La propaganda casi siempre es engañosa. La publicidad es la propaganda convertida en producto de consumo, para que la gente crea que está comprando determinado producto a precio rebajado, a dos artículos por el precio de uno, lo que el consumidor no sabe es que previamente subieron el costo del producto, o se acerca la fecha de vencimiento del alimento, o la pieza de vestido pasó de moda y ahora se le presenta al comprador esta oferta tan atractiva…
Aquello de miente, miente, que algo queda, se convierte en una práctica que no por malsana se abandona, especialmente cuando se trata de ofertas de campañas políticas.
El célebre califa de Bagdad, Harun Ar Raschid, personaje de innegables aristas brillantes por sus actuaciones como mandatario cuyas hazañas en la política, en la justicia, en el arte del equilibrio del poder, merecieron ser registradas para la historia en la célebre saga de “Las Mil y Una Noches”, fue el primer mandatario que acudió al seno del pueblo para auscultar sus problemas y necesidades.
En la segunda mitad del siglo pasado el Presidente Salvador Jorge Blanco convocaba al pueblo a que participara en las audiencias populares organizadas por su gobierno, ocasiones en las cuales tenía acceso directo al sentir popular.
Ningún otro Presidente de la República, antes de Jorge Blanco, mantuvo un acercamiento tan cercano con la masa popular. Aquello se realizaba sin aspavientos y sin propaganda.
Es oportuno recordar que el candidato Danilo Medina Sánchez ofreció en su campaña del 2012 que si ascendía al poder haría “lo que nunca se ha hecho”.
Una vez ocupado el Solio Presidencial, el licenciado Medina Sánchez inició una serie de visitas-sorpresa que sorprendieron a los hacedores de opinión pública ya que el Presidente de la República nunca realiza visitas-sorpresa, ya que la seguridad que lo rodea no aconseja que el mandatario se mueva de un lado a otro sin que previamente el lugar sea tomado dos o tres días antes por la avanzada presidencial.
La avanzada la conforma un grupo de oficiales del Cuerpo de Ayudantes Militares al servicio del Presidente, el cual tiene por misión garantizar la seguridad del mandatario, lo cual desmiente que las visitas sean de sorpresa.
Naturalmente, como el Presidente Medina es un político a tiempo completo, quizá no es sorprendido porque cuando llega de sorpresa a un pueblo o a una comunidad rural hay un grupo de personas que lo espera para sostener una reunión. ¡Caramba, qué cosa!
Lo más interesante es que después de decenas de visitas-sorpresa, a conversar con sectores productivos, en setiembre y octubre el 63 por ciento de los productos básicos aumentó de precios ¿son esos los resultados de lo que nunca se ha hecho?