Dice una nota del Palacio Nacional que el presidente Danilo Medina y el ministro Gustavo Montalvo se reunieron el pasado martes con los presidentes el Senado y la Cámara de Diputados, Cristina Lizardo y Abel Martínez, con el objetivo de “dar seguimiento” a la agenda de leyes prioritarias del gobierno. ¿Cuáles son esas leyes? La nota de la Dirección de Comunicaciones de la Presidencia no las cita, limitándose a señalar que con ambos legisladores se pasó revista a las iniciativas pendientes, los alcances de esos proyectos, y lo relativo al seguimiento que debe darse a esas iniciativas. Sin embargo, reproduce textualmente unas declaraciones de Montalvo en las que el influyente ministro afirma que el presidente Medina “siempre ha demostrado que cumple con la palabra empeñada al pueblo dominicano, y por ello ha privilegiado el cumplimiento de los compromisos de campaña”. Para cualquier buen entendedor, que no puede ignorar el contexto en el que se dan a conocer esas declaraciones, el mensaje implícito en la comunicación palaciega es que el mandatario, quien se comprometió a impulsar la aprobación de la reclamada Ley de Partidos tan pronto concluyan las elecciones, está en disposición de honrar ese compromiso. Pero en el punto en el que nos encontramos, en medio de una crisis post electoral que apunta a cuestionar la legitimidad del proceso y sus resultados, se necesita mucho mas que una lectura entre líneas para convencer al país de que así será aunque le pese para siempre a la rapaz partidocracia de la que su partido, el PLD, es el principal y mas emblemático exponente. ¿Qué mejor legado para las futuras generaciones, Señor Presidente, que hacer lo que nunca se ha hecho: poner los intereses del país, de su democracia, por encima de los intereses de políticos a los que solo preocupa encontrar la manera más rápida y fácil de llenarse los bolsillos a costillas del Presupuesto Nacional?