Lo que pasa cuando se envía un WhatsApp a un destinatario equivocado

Lo que pasa cuando se envía un WhatsApp a un destinatario equivocado

El móvil se ha convertido en el enemigo número uno del ser humano. Y todo por una aplicación que nos vende ante los amigos y los no tan amigos.

El WhatsApp ha provocado que muchas personas hayan pasado momentos realmente vergonzosos tras enviar un mensaje que jamás querías que llegaran a ellos. De esas situaciones de «tierra trágame».

De acuerdo al portal Que, la llegada de WhatsApp a nuestras vidas ha supuesto toda una revolución. Una aplicación que ha cambiado la forma de comunicarnos y de enterrar a la que hasta ahora el método más avanzado para contactar con nuestros amigos. Sin embargo, ahora esos amigos pueden convertirse en enemigos con un solo paso mal dado.

La fiabilidad de nuestro dedo con un poco de sueño o lo que es más probable, con algo de alcohol en sangre tras una fiesta en fin de semana puede provocar que se envíen whatsapp que jamás querrías que recibieran tu ex, tu madre o tu mejor amigo.

Tu ex porque resulta que les estás contando que eres muy feliz con otra, tu madre porque le llevas ocultando que eres un desecho social desde hace mucho tiempo y tu mejor amigo porque le acabas de confesar que estás enamorado de él desde que le conociste.

Ejemplo:

Capturas de Whatsapp a destinatarios equivocados

En fin, que te darán ganas de tirar el móvil por la ventana de tu casa pero eso no arreglará nada porque tendrás que afrontar la situación que se te viene encima. No valen excusas de me he equivocado, lo siento mucho, no volverá a ocurrir. Te habrás quitado la careta para siempre y te dirás aquello de «con lo bien que vivíamos sin WhatsApp.

Para que no te sientas mal y te des cuenta de que no eres el/la única que has tenido que pasar por este tipo de vergonzosas situaciones, aquí recopilamos una serie de capturas de WhatsApp que finalmente a un llegado a un destinario equivocado. Muchas son verdaderamente de chiste.

Clave número 1. Es importantísimo que borres el número de tu ex en cuanto la relación haya terminado para evitar situaciones dolorosas como la siguiente. En este caso exacto, el tener muchas ‘Paulas’ en su vida la ha jugado una mala pasada.

Y es que no sólo es la ex más reciente sino que se la juega con una chica a la que dejó tirado hace cuatro años. No habrá mujeres en el mundo para estar con dos tías que se llamen igual. 

Mamá no es lo mismo que María

Llevas siete meses guardando como ‘oro en paño’ que tienes novia. Lo saben tus amigos, tus primos y hasta tu profesor, ya que os ha pillado en el recreo mientras os dabais un beso. Sin embargo, la única que no se ha enterado de que va el asunto es tu madre. Sí, y con tan mala casualidad que tu chica se llama María. Tu chica, tu rollo. Llámalo cómo quieras. El caso es que la has liado pero bien. Querías decirle que la echas de menos, que quieres verla y al final acabas haciendo el ridículo y descubriendo el pastel. Clave número 2. No hay que enviar mensajes cuando uno está muy dormido.

Bebé a bordo

Es normal que en una situación tan dramática como la de enterarse de un embarazado recurres a una amiga para contárselo. Sin embargo, a la hora de guardar los contactos hay que tener un poco de sentido común. Clave número 3. Guarda a tu madre como mamá y no por su nombre. Así evitarás que ambas acabéis en el hospital: una porque está ‘preñada’ y la otra del infarto que le acaba de producir esta situación. Esta chica tuvo la poca destreza de hacerlo y fijaos como acabó la cosa. Y lo peor es que el padre también estaba al tanto de la situación por lo que parece…

Camello a la fuga

Esto sí que no tiene ningún tipo de justificación. Guardas un secreto tan simple- de andar por casa, vamos- en el que nada y más y nada menos que eres el ‘camello’ de referencia en el barrio. Y como te va tan mal la cosa estás desesperado y decides mandar un mensaje a todos los contactos de tu WhatsApp para ver si ‘engañas’ a alguno de tus colegas. Pero no te has dado cuenta de que deberías haber filtrado el envío de ese mensaje y acaba llegando a tu padre. Sí, le hablas de gramos. Bombardeo de llamadas. No contestas. Estás en el extranjero. La has liado buena. Estás desheredado. ¡Vaya tela!

No todo es lo que parece

«Anoche estubistes genial… Ai que repetirlo». Por favor, que típica esta frase. ¿Cuántas veces habrá pasado por los millones de usuarios de WhatsApp en el mundo? Bien escrita, eso sí. Suponemos que mucha y que el rollito de ‘colegueo’ después de haber conseguido el objetivo está muy bien. La cosa se pone interesante cuando al día siguiente tanteas al ‘contrario’ para ver si le ha gustado el tema. Lo más triste es que cuando estás escribiendo te das cuenta de que no recuerdas el nombre de la chica con la que estuviste. ¿Y por qué escribes a ‘x’? No lo sabes pero estás haciendo el ridículo pero bien. Más aún cuando intentas cambiar las cosas. El error ya está hecho.

Cambio de rumbo inesperado

El término ‘pico y pala’ llega vigente desde hace un par de siglos. Dícese de la persona que intenta sin ningún tipo de éxito piropear de forma interesada a un/una dios/diosa a la que desea sexualmente. Especialmente complicado es cuando se lleva a cabo a través de una página de contactos en la que has hablado con alguien y te han timado con el número. Al final crees que estás hablando con la chica de tus sueños pero más bien ella sueña con tu chica. Ya es mala suerte…

Bebé a bordo, segunda parte

Como decíamos hay situaciones que pueden pasar. Si tu madre se llama María y a tu amiga del alma le tienes igual pues pasa. Pero que tengas en el móvil ‘Mamá’ y le confieses que estás embarazada porque te han desvirgado el día que te dejaron sola en casa pues tiene delito… y mucho. Y más aún si esa amiga tuya del alma se llama Melissa. A ver qué te inventas luego. Esta chica lo intenta llevar al terreno de la broma y parece que termina por engañar a su madre. Tú no tendrás la misma suerte así que mejor no te la juegues. Para estas cosas, recomendación 100%, mejor mediante llamada telefónica.

Engañado en Omegle

Te aburres en casa y decides gastar el tiempo en algo divertido. Por ello entras en una página tipo Omegle para ‘trolear’ a alguien. Sin embargo, terminas hablando con una chica que te está ‘camelando’ y a la que le acabas dando tu número de teléfono, es decir, haces todo lo posible para que no se te escape. Sin embargo, ella tiene prisa y sale corriendo. ¿Qué hace ella entonces? Darte un número. Y tú pobre de ti, le escribes todo ilusionado y ni se llama como esperabas ni es una mujer. Con las esperanzas que tenías en ella…

Un destinatario al que nunca debiste preguntar

Hay veces que es mejor que no hagas una pregunta si estás casi segur@ de cómo va a ser la respuesta. Sabes que no eres un virtuoso del sexo, es más eres más bien torpe y encima tienes las agallas de preguntar porque no quieren nada contigo. Y eso acaba provocando que conviertas a la otra persona afectada en una mentirosa. Realmente lo que pasa es que no quiere hacerte daño y dejarte en evidencia y por eso hace cómo si no te conociera. Y vaya que si te conoce…

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