Lo que propone un guardia

Lo que propone un guardia

Acababa de retirar de la caja de una sucursal del Banco de Reservas algo más de RD$5,000.00, y se lamentaba: “qué puedo hacer con esto”, mostrando algunos billetes de RD$500.00.

Era un cabo del Ejército Nacional, quien dijo que un raso de la guardia gana RD$4,000.00. “Imagínese  usted, con este dinero tengo que pagar dos mil pesos de casa, hacer una comprita, y darle a mi mujer para el salón,  ¿qué me puede quedar?

Le expresamos que habíamos leído unas declaraciones del ex procurador general de la República doctor Radhamés Jiménez Peña, quien está proponiendo un salario mínimo para la Policía Nacional de RD$25,000.00, agregándole que las autoridades han manifestado el interés en mejorar la calidad de vida de los miembros de la Policía Nacional y los cuerpos castrenses.

El guardia siguió manifestándose, agregando que “por eso es que usted  ve que agentes de la Policía cometen atracos y otros delitos en busca de más pesos, porque con los sueldos que ganan no pueden, no podemos resolver nuestras necesidades. No dan para nada”.

“Nosotros los guardias no nos vemos involucrados en esos hechos porque siempre estamos en los montes”, y nosotros le expresamos que además no salen a las calles con armas.

El cabo en cuestión es un hombre relativamente joven y jovial, ya que hablaba sonriente, quizás queriendo esconder en su sonrisa el inmenso dolor en el alma o el dejo de tristeza en su interior.

Sostuvo que el Presidente Danilo Medina debería dar un incentivo de 2 o 3 mil pesos mensuales a  cada alistado de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional. Pero propone que ese incentivo se otorgue los días 15 de cada mes, ya que a su juicio, 30 días es un periodo muy largo, “y entonces tenemos que hacer muchos líos en lo que llega el 25”.

Como se ve, de seguro que miles de guardias y policías tienen el mismo criterio de este cabo del Ejército Nacional, por lo que nuestros dirigentes nacionales que hoy ocupan los poderes de decisiones en el Estado deberían recoger esta inquietud y mejorar las condiciones de vida de nuestros hombres de uniforme, para evitar una rebelión  de los sargentos.

Esta es una prioridad. No esperemos que sea demasiado tarde. 

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