Antes de cumplir mis primeros 13 años de vida, ya tenía una dilatada experiencia participativa, directa e indirecta, en el quehacer político dominicano.
La intrepidez e inocencia me llevaron a ser testigo de acciones llevadas a cabo por el pueblo dominicano, tal como fueron la condena del Golpe de Estado contra el profesor Juan Bosch y la Gesta Patriótica del 1965.
También están mis vivencias durante el gobierno despótico del doctor Joaquín Balaguer.
Esas cosas hicieron que muchos de mis familiares y relacionados vaticinaran que mi vida iba a ser corta y que –en cualquier momento- mi inolvidable madre, Doña Negra, tendría que ponerse la ropa de luto.
Ahora, ya dispongo ´de 63 años en mi cuenta personal que fue abierta en la sucursal del Banco de la Vida que aún hoy funciona con muchas dificultades en el privilegiado sector de Gascue y que popularmente se conoce como “Maternidad”.
Rompiendo muchos vaticinios, el próximo 18 de abril cumplo 64 primaveras, situación que me motiva emocionalmente a pedir un regalo públicamente a su Excelencia, el licenciado Danilo Medina.
Aunque no tengo vínculos afectivos con él, creo que –en mi calidad de humilde ciudadano dominicano- puedo pedirle al jefe de la nación un regalo de Año Nuevo que garantizo compartiré con millones de amigos y lectores.
Sé que a Danilo se le hará fácil complacermeporque no implica inversión de dinero.
Es únicamente que él tenga voluntad política.
Esa sencilla petición consiste en que cumpla con su promesa de honor de que no volvería a postularse a la Presidencia de la República y traiga paz a los dominicanos.
Que se reivindique de su error del 2016 y no vulnere –una vez más- la Constitución.
Con ese regalo que me haga, seguro que evitará una nueva desgracia al país.
Con eso, estoy seguro de que él escribiría con letras doradas su nombre en la historia de nuestro pueblo.
Inspirado por el poema del azuano Héctor J. Díaz, Esto es lo que Quiero.