Lo que revela la carta dejada por el coronel Rolando Martínez en lugar donde lo hallaron muerto

Lo que revela la carta dejada por el coronel Rolando Martínez en lugar donde lo hallaron muerto

El coronel de la Fuerza Aérea de la República Dominicana (FARD), Rolando Martínez Martínez, hallado muerto el sábado en el interior de su vehículo con un disparo en la cabeza, confesó en una carta que sufría de depresión desde niño y que se consideraba de débil carácter, llamándose a sí mismo «endeleque».

El manuscrito que dejó en el lugar del supuesto suicidio relata la angustia que venía sufriendo, sobre todo en los últimos años de su vida.

A continuación el texto completo de su carta:

Esta es una decisión que pensaba hace mucho tiempo, producto de muchas depresiones que siempre me afectaban, esta última fue aplastante y no supe manejarla, y también a mi débil carácter desde niño para enfrentar cualquier adversidad de la vida. Nunca supe enfrentar las situaciones difíciles y lamentables, era por fuera de hierro y por dentro de azúcar, muy “endeleque”.

Mi madre, cuánto lamento dejarla en esta situación, pero una decisión que uno solo sabe que están en la cabeza de uno. Aparentemente uno es feliz, eso de apariencia, pero yo nunca fui feliz ni un solo minuto de la vida.

Llamen al Dr. Holguín Haché, quien tiene mi pistola y llevará a la Fuerza Aérea. El revólver que tengo es de la Policía Nacional, de Intendencia de Armas. Llamen al señor Miñico, mi vecino, que se encargue de cuidar las casas y terrenos, y que cuide a mi madre, que de seguro se pondrá muy mal. Que él se encargue de los preparativos de mi sepelio.

Hay que avisarle con mucho cuidado a mi madre.

En el cementerio donde está mi papá, me sepultan, al lado o encima. Llamen al Dr. César Guzmán y Jesús Ferrand, mis abogados. Ellos tienen los papeles del terreno; son los responsables para que nadie lo coja. El letrero de “se vende”, es del abogado Bland, de Pedro Brand.

Él no tiene ningún poder firmado por mí, si aparece alguno es falso. El señor Miñico, mi vecino; que suelte a los perros para que se vayan y no se queden amarrados y se mueran del hambre, y se hagan cargo de ellos, y las dos gatas, sobre la amarilla.

La pensión es de mi madre, si está viva, y si no de mi único hijo, al igual que los sueldos por años en el ISSFFA.

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