Lo que se debe hacer

Lo que se debe hacer

En tiempos del tirano Trujillo, allá por el año 1944, se hablaba por lo bajo del azote  de la sequía y la grave situación económica que estaba atravesando el país; se hablaba en voz baja de los años malos que nos esperaban. Hoy la situación es similar, con la diferencia que la prensa se hace eco de las distintas vertientes de la situación económica y del caos financiero que arropa al país en todos los órdenes.

Es lo que  podría llamarse la desesperación del presente, el balance de las cosas de último momento, es decir todo lo oculto que existía en el ambiente nacional se manifiesta en inconformidad, parece que el dominicano, que siempre ha sido desconfiado, que evita caer en un “gancho”, percibe cierto ambiente de falsedad, perturbación e injusticia, aún cuando espera con cierto grado de astucia, que habrá justicia y que las cosas deberán ser puestas en orden, porque piensa, a pesar de todo, que en momentos como los que vive la República no es conveniente desentenderse del presente y refugiarse en el futuro, porque puede ser una actitud que traiga tras de sí malas consecuencias, sobretodo si en lo personal no se hace lo que la gravedad de la situación demanda, lo que es fundamental, y piensa así, porque al través de los años hemos aprendido que la libertad que nos ha costado tantas lágrimas y tanta sangre, seguirá cobrando vidas y cobrando dificultados y habrá  por mucho tiempo algunas verdades a la sociedad, porque hay personas que han usado mínimamente la libertad existente, porque aún se dejan de decir otras que podrían externarse, porque todavía el sendero es estrecho y caben  pocas posibilidades.

Todavía la mentalidad trujillista impera en muchos estamentos del Estado y de la ciudadanía, pues parece que cincuenta y un años después del ajusticiamiento del tirano no han sido suficientes para sacar de circulación de la sociedad civil a muchos servidores complacientes y cómplices de la dictadura.

La situación presente es muy diferente a la de los 31 años  de oscurantismo social y político; entonces no había libertad de expresión y difusión del pensamiento, no teníamos oportunidad  de escribir o decir lo que quería. Esperemos con fe lo que hará el Lic. Danilo Medina.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas