Lo que todos saben

Lo que todos saben

Un presidente tiene acceso a toda clase de información. Ahora bien, todo lo que llega revestido de informe o noticia no posee la categoría de totalmente cierto debido a la red de intereses que se construyen alrededor de las fuentes proveedoras de datos que llegan al despacho del primer mandatario. Además, el común denominador de los mecanismos institucionales llamados a orquestar la inteligencia informativa terminan enfrentándose entre sí, y casi siempre, cargados de chismografía que podrían distorsionar el sentido de la verdad.
En el ámbito de las decisiones fundamentales que debe tomar Danilo Medina está la de encabezar el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) y seleccionar los nuevos miembros del Tribunal Superior Electoral (TSE). En ese sentido, un amplio segmento de la población tiene todas sus esperanzas colocadas en la dirección de que los agraciados reviertan el desprestigio, degradación y escarnio de un órgano vital en la vida institucional, descarrilado por un pacto capaz de convertir en piñata y reparto asqueroso un espacio singular para mediar y/o reorientar el comportamiento de los partidos.
No nos queremos dar por enterado, pero el país cambió. Y cada día, el escrutinio ciudadano se combina con requerimientos éticos que inobservados por los actores políticos representan la fuente de impugnación de todo el sistema partidario. Aunque la cultura del amarre y aferrarse a la lógica del blindaje sirve de plataforma para las grandes aberraciones que caracterizan el diario vivir de las organizaciones y la dirigencia en franca bancarrota, la condena social etiquetará a todos aquellos que no sepan distanciarse a tiempo de tantas y eternas complicidades.
Todos los miembros del Consejo de la Magistratura saben que el ojo ciudadano descansa en sus espaldas. Por eso, el primer tramo será la de construir un perfil que llene las expectativas y los nuevos miembros del Tribunal Superior Electoral exhiban una hoja de vida y conducta profesional fuera de cuestionamientos y tachas. Así se establecerían las bases para sepultar tediosas experiencias de magistrados que, en pleno ejercicio, fueron sometidos a la justicia por cobrar salario y pensión, aumentarse ilegalmente sus sueldos, cobijar a familiares cercanos en la nómina de la institución, intervenir como mensajero interesado en conflictos conocidos en el tribunal y resolver en la oscuridad de entendimientos indignos acciones abusivas ante subalternas tipificadas específicamente en el ordenamiento penal.
La reunión del CNM no tiene que inmiscuirse en ámbitos de la privacidad de los potenciales aspirantes y actuales titulares que poseen la intención de quedarse como miembros del TSE. No obstante, es de rigor que los responsables de seleccionarlos tengan información privilegiada sobre ellos. En ese orden, se garantiza limitar escándalos futuros y colindancias partidarias que allanaron el camino del nivel de impugnación e ira acumulada contra los cinco ciudadanos que desde el año 2011 encabezan la instancia electoral.
Todos saben que los miembros del TSE pretenden una compensación de carácter política. Y en ese sentido, garantizarle asientos por cuatro años es un acto de provocación innecesario que lo único que haría es levantar mayor nivel de impugnación en amplios sectores ciudadanos. Así se provocaría a todo el segmento opositor y sectores que promueven un adecentamiento de la vida institucional. De antemano, el gobierno sabe que no es inteligente transitar ese camino!

Lo institucionalmente saludable es que los miembros del CNM exhiban niveles de cordura y parámetros básicos para una elección buena y decente. El poder es pasajero, y en el marco de su ejercicio pleno, no se tiende a recordar el juicio de la historia respecto de posturas amigas de ventajas coyunturales que terminan diluyéndose ante el monumental peso de la verdad.

El 15 de mayo comienza un nuevo episodio en la vida institucional.