Santiago le dio una bienvenida «de corazón abierto» a la estrella del tenis dominicano Víctor Estrella, que entró a ritmo de merengue, abrazos, besos y apretones de mano por el Aeropuerto Cibao.
Estrella, que se convirtió la semana pasada en el primer dominicano que gana en un Grand Slam del Tenis profesional Mundial en el US Open, en Nueva York, proclamó que «No he llegado al pico de mi carrera. Ahora falta lo mejor».
Víctor cree que sus 34 años no le hacen viejo para este deporte: «La edad es como uno se siente, y yo realmente me siento físicamente muy fuerte, de manera que pienso llegar más lejos en este deporte, que me apasiona y que llevo como profesional».
El tenista santiagués, que entró al abierto de Estados Unidos como el número 80 del Mundo, arribó a Santiago siendo el 69, luego de llegar hasta la tercera ronda del evento, perdiendo en forma especular en tres desempates corridos ante el canadiense Milo Raonic, clasificado número 5 de la ATP.
«He trabajado fuerte mi cuerpo y estoy seguro que aún puede adelantar más mi carrera; por eso vengo al país a descansar unos tres días, pero realmente comenzaré a prepararme para terminar mi gira de este año, ya que la semana próxima parto hacia Suramérica para estar en los torneos de Quito, Ecuador, Perú y Cali, Colombia», precisó.
Estrella señala que su ruta terminará este año en Europa, y en octubre se muda a Mosul, luego tendrá juego en Valencia, España y concluye jugando en Suiza.
Estrella llegó a Santiago en el vuelo 450 de Delta a las 2:11 de la tarde y de inmediato fue recibido con música y con una batería de periodistas locales, que le hicieron mil preguntas y se tomaron fotos con él.
Una comisión del aeropuerto, integrada por el ingeniero Teófilo Gómez, director administrativo y financiero; Miguelina Miguel, gerente de Operaciones, y Luis Rodríguez, de la Delta, le entregó una placa de reconocimiento.
Sobre su carrera: «Yo soy un profesional que durante muchos años me he costeado mi carrera; este año agradezco que desde enero estoy en el CRESO, puesto por el Comité Olímpico; también agradezco el patrocinio de Punta Cana y de Luis José Bonilla Bojos».
Está feliz.