Lo último en moda, lonas publicitarias para bolsas fashion

Lo último en moda, lonas publicitarias para bolsas fashion

Todos los que caminan por las calles de las principales ciudades de España han podido apreciar algunas de las creaciones de Luca Leonardi y Patricio Abreu: curiosísimas bolsas, mochilas, bandoleras… cuya materia prima son las lonas que hay colgadas en todas las grandes urbes para anunciar determinados acontecimientos. Estos dos jóvenes de 25 años han patentado la marca “Vaho”, una nueva y divertida manera de reciclar haciendo moda.

Su idea cuenta ya con el apoyo de los diseñadores más veteranos, que les han otorgado un premio por su innovadora idea de “convertir la basura en moda”.

Hace dos años y medio que estos dos jóvenes, licenciados en Diseño Industrial y residentes en Barcelona, se pusieron manos a la obra para crear moda con materiales de desecho.

El secreto radica en utilizar la lona con la que se fabrican las banderolas que inundan las ciudades para hacer bolsos, mochilas, bandoleras, llaveros… e incluso puffs, esos graciosos asientos con forma de taburete.

Ellos definen su trabajo como “Trash fashion”. “Viene a ser algo así como moda hecha con basura y eso es lo que nosotros hacemos”, comenta Patricio y añade que “el nombre de “Vaho” surgió porque vapor de agua o vaho, se expande por todas partes, como nosotros”.

Un inicio casual

Todo empezó un día cuando vieron una lona que les gustó y se subieron a una farola para hacerla suya, luego lo hicieron con unas ocho banderolas más y, cuando ya vieron como podían producir los bolsos, continuaron con el proceso.

Estos diseños de “Vaho” se han convertido en innovadores gracias al material con el cuál se realizan, el PVC. Hacer uno de estos bolsos es un proceso muy lento y, aunque ellos trabajan en cadena, las máquinas no tienen cabida en su confección.

“El proceso de reciclaje del PVC es muy complicado y hay que enterrarlo o quemarlo; nuestra idea es utilizar este material en algo útil, ya que nosotros lo reciclamos en bolsos” explica Luca.

“Nosotros no pagamos por la lona, si no que preferimos hacer una especie de trueque, que nos la regalen, porque ese material se va a tirar y, a cambio, los ponemos en la web como colaboradores nuestros”, comenta el joven Leonardi.

[b]Un proceso largo y complicado[/b]

“Primero debemos pedir las banderolas a la empresa propietaria, después hay que lavarlas con vinagre, un trabajo que damos a un centro para chicos discapacitados. Después lo traemos, lo cortamos según el patrón y lo enviamos a algún taller de confección” explican los diseñadores.

En este proceso no se puede calcular cuanto tiempo tardan, porque la producción de bolsas se hace de manera manual y provoca que el periodo de producción sea más largo que el de cualquier otro tipo de bolso.

En un principio, sólo utilizan las lonas que anuncian espectáculos culturales para así dejar constancia en su trabajo de que un determinado acontecimiento ha tenido lugar en Barcelona.

Los precios de estos preciosos complementos oscilan entre los 25 euros el bolso más sencillo hasta los 60 el más completo y de momento, se pueden encontrar en las principales ciudades españolas, así como en Holanda, Italia, Francia y Alemania y van a iniciar su entrada en Canadá.

Estos dos chicos ya han empezado a preparar la que será su tercera temporada aunque oficialmente sea la segunda, ya que la primera la definen como “número cero”, porque era experimental. Cada una de sus colecciones se compone de 18 modelos diferentes.

“Nuestra idea es que, cada nuevo modelo de bandolera sea diferente y desterrar el proceso industrial, con el ánimo de que si te compras una de nuestras piezas, sea única en el mundo”, aseguran los promotores de esta iniciativa.

[b]Otros campos[/b]

De momento, Luca y Patricio sólo se habían dedicado al mundo del equipaje urbano, pero ya están empezando a abrirse las puertas en otros mundos, como el de los puffs (asiento en forma de cojín), en los que además de dar rienda suelta a su imaginación con las lonas, también tienen un secreto.

“Es muy sencillo, nosotros antes teníamos que pagar para enterrar lo que nos sobraba de las banderolas al recortar los patrones. Ahora hemos decidido meter todo lo que sobra dentro del puff y así matamos dos pájaros de un tiro; por una parte, llenamos el puff y, por la otra, seguimos haciendo reciclaje del reciclaje” comenta Luca, un experto en esta materia.

El nuevo paso será el diseño y la creación de sillas, todas hechas de lona, que pueden revolucionar el mundo de los muebles.

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