Lo vascular del Alzheimer

Lo vascular del Alzheimer

Mis distinguidos colegas neurólogos y otros profesionales de las neurociencias del país: saben que he defendido desde hace muchos años la teoría de que los factores vasculares que afectan la circulación cerebral, participan muy protagónicamente en la producción de esta enfermedad de Alzheimer, la principal causa de demencia en el mundo. En todos los fórum internacionales y locales he planteado mi teoría (no totalmente compendiada hasta hoy). Pero para sustanciarla una vez más, veamos una publicación del pasado mes de mayo en la muy prestigiosa revista médica JAMA (Journal American Academy of Medicine), en la que se refleja que, un equipo de investigadores liderados por la Doctora Rebeca F. Gottesman, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, Estado Unidos, examinaron los cerebros de 346 participantes que ingresaron al estudio, a quienes se les valoraron los factores de riesgo vascular y marcadores de esta enfermedad de la memoria con escáner PET (tomografía por emisión de positrones). Los factores de riesgo vascular evaluados fueron: obesidad, presión arterial alta, la diabetes, el colesterol alto y el tabaquismo. Debo compartir con mis amables lectores que al leer estos resultados sentí la nostalgia de un “neurocientista tercer mundista”. Nosotros por estos lares (países pequeños) también tenemos ideas brillantes, pero por las precariedades para la investigación en nuestro medio, se dificulta plasmar con experimentos e investigaciones sustanciadas nuestras ideas, más tarde vemos con pesar que el investigador “Mister Chufling”, de países con recursos y andamiajes para la investigación, luego las publica como primicias. Cosas injustas pero realidades.
En esta investigación, se vincularon los factores de riegos vasculares estudiados con niveles elevados de amiloide cerebral (fragmentos de proteína ligados a la enfermedad de Alzheimer). La Angiopatía Amiloidea Cerebral (AAC), son bandas de proteínas anormales que se acumulan en las paredes de las arterias, aumentando los riesgos de derrames cerebrales y de demencia. Sabemos que la medicina con sus progresos ha permitido un envejecimiento de la población y que se ha logrado aumentar la calidad de vida, lo que lleva implícito un aumento en las enfermedades relacionadas con la edad como lo es el Alzhéimer. Se considera que el 32% de las persona de más de 85 años reciben el diagnóstico e Alzhéimer o de Demencia Vascular. Sabemos lo devastador de esta enfermedad, la cual, una vez “desmemoriados”, nos desconecta del entorno, de familiares y de amigos, convierte al enfermo en un ente sin identidad propia y con dependencia absoluta de sus cuidadores. Si no encontramos la cura para el 2050, se estima que más de 130 millones en el mundo la padecerán.
Se han llevado a cabo más de 100 proyectos de investigaciones clínicas por millones y millones de dólares, se han probado más de 200 medicamentos experimentales, y al momento luego de 30 años no tenemos alternativas para curarla. Lo anterior nos ha obligado a volver a la prevención, tales como: evitar la depresión y la soledad, llevar una vida más sana (evitar el sedentarismo, el estrés, las grasas en sangre, la diabetes), mantener la socialización (la soledad mata más que el tabaco), controlar la presión arterial, hacer ejercicios (el caminar, está demostrado que aumenta las conexiones de las neuronas del cerebro), acercarnos a la dieta mediterránea (frutas, pescado, verduras, ensaladas verdes, granos, aceite de oliva, y baja en sal, grasas y azúcar), evitando los alimentos chatarras, mantener la mente activa, lectura motivante, crucigramas, rompe cabezas (desafíos mentales), oír música siempre, estudiar idiomas, dormir adecuadamente, memorizar una o dos frases al día, etc.
Está demostrado que los daños cerebrales de esta enfermedad de la memoria comienzan generalmente a partir de los 40 años. Después de los 65 años, se pierde el 1% anual de tejido del hipocampo, área cerebral vital para la memoria. La investigación comentada hoy, en sus encuentros apoya el concepto de que, a mediados de la vida, pero no en la vida tardía, la expresión de estos factores de riesgo vascular son importantes por la deposición de la alterada proteína amiloidea. Estos resultados son consistentes con el papel de lo vascular en la producción de la enfermedad de Alzheimer. Invitamos cordialmente a todos los interesados en esta enfermedad (médicos, estudiantes, pacientes y cuidadores) a nuestro “X Congreso Iberoamericano de Alzheimer”, del 18 al 21 de octubre en el Hotel Barceló Santo Domingo. La agencia organizadora se contacta en el: 809-540-5898. ¡Los esperamos!

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