La Habana.- Representantes de la organización independiente “The Chicago Council on Global Affairs” (Comité de Chicago para las relaciones globales) llegan hoy a Cuba para conocer el país y dialogar con autoridades de la isla, en la primera misión estadounidense tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
La delegación, que permanecerá en Cuba hasta el próximo 1 de febrero, está encabezada por el exembajador de Estados Unidos ante la OTAN y presidente del Chicago Council, Ivo Daalder, e integrada por 35 miembros de esa entidad, informó a Efe una fuente del grupo visitante. Esta es la primera visita de una organización de EE.UU a Cuba desde que el pasado 20 de enero asumió la Presidencia de ese país el magnate republicano Donald Trump, abiertamente contrario al acercamiento entre Washington y La Habana impulsado por su antecesor, Barack Obama.
Según la información a la que tuvo acceso Efe, el grupo tiene previsto reunirse con representantes del Gobierno cubano y asistir a charlas de “prominentes expertos” sobre asuntos de importancia en la isla, así como intercambiar con representantes destacados de los negocios y la sociedad civil del país caribeño.
“Ya sea en busca de posibilidades de inversión o para comprender la geopolítica de los países visitados, cada integrante de la misión tiene un interés personal en conocer las oportunidades y retos que encara Cuba”, señala una nota explicativa del Chicago Council.
Durante su estancia, el grupo quiere “observar y conversar” sobre los cambios en marcha dentro del proceso de normalización de las relaciones bilaterales, así como “comprender los retos” que enfrenta la isla a raíz de “años de aislamiento” y el impacto que todo ello tiene en las infraestructuras existentes.
“Nos centraremos en las expectativas para la inversión extranjera y el sector privado, el efecto que tendrá en los principios socialistas la rápida transición económica -especialmente sobre la educación y la sanidad- y el formato de gobierno mientras se realiza esta histórica transición”, refiere el documento.
Los integrantes de la delegación del Chicago Council son, según la institución, líderes en diferentes esferas sociales de esa ciudad, entre ellas las de los negocios, la filantropía, la educación y la sociedad civil Se trata de un grupo “diverso” y de muy alto nivel en el que figuran altos ejecutivos, inversores y expertos en ámbitos como la educación, la cultura y la abogacía. En misiones anteriores, este lobby independiente de Chicago ha mantenido encuentros con altos representantes de la Unión Europea, la OTAN y países como Corea del Sur, Arabia Saudí, Catar, Ucrania, Turquía y Singapur.
El objetivo del grupo, agrega la nota, es “arrojar luz y ofrecer soluciones” sobre asuntos que trascienden fronteras, para “transformar la forma en que las personas, las empresas y los gobiernos se interrelacionan con el mundo». A la espera de que la nueva Administración de EE.UU mueva ficha, en la última semana Cuba ha proseguido con actividades previstas en el marco del proceso de deshielo, que han incluido la visita de una delegación de la isla a puertos estadounidenses para explorar posibilidades de colaboración.
En ese viaje, sin embargo, ya se notaron los efectos de la llegada de Trump, pues los puertos de Everglades y Palm Beach, en Florida, cancelaron en el último momento la firma de sendos acuerdos de cooperación con Cuba tras la advertencia del gobernador del estado, Rick Scott, de recortar los fondos federales a las terminales marítimas que “trabajen” con la isla.
También esta misma semana se produjo el primer mensaje directo del presidente cubano, Raúl Castro, a su recién estrenado homólogo estadounidense. Castro expresó en la República Dominicana durante su intervención en la V Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la voluntad su país “de proseguir el diálogo respetuoso y la cooperación en temas de interés común” con el nuevo Gobierno estadounidense. “Cuba y EE.UU. pueden cooperar y convivir civilizadamente, respetando las diferencias y promoviendo todo aquello que beneficie a ambos países”, dijo Castro, pero advirtió de que no debe esperarse que para ello su país “realice concesiones inherentes a su soberanía e independencia».