Tegucigalpa, (AP).- El presidente electo Porfirio Lobo instó el jueves al gobierno de facto a establecer una comisión de la verdad y otra de verificación del Acuerdo Tegucigalpa-San José para resolver la crisis política y que permita reanudar las relaciones con otros países.

Lobo formuló sus declaraciones a la Radio HRN luego que en la víspera el Congreso hondureño rechazara la reinstalación en el poder del destituido Manuel Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.

«Con la decisión del Congreso, se está cumpliendo el Acuerdo Tegucigalpa-San José… y está pendiente la integración del gobierno de reconciliación y de la comisión de la verdad en este periodo», dijo Lobo a la emisora.

En el acuerdo de Tegucigalpa-San José, firmado por el depuesto Zelaya y el presidente de facto Roberto Micheletti se estipula, entre otras cosas, que debe instalarse una comisión de la verdad y otra para verificar el cumplimiento del acuerdo.

La comisión de la verdad se creará con el fin de establecer los hechos ocurridos antes y después del 28 de junio, cuando Zelaya fue sacado de su casa por el ejército y llevado a Costa Rica y horas más tarde el Congreso le separó del cargo.

Además indicó que «ya debe darse el gobierno de integración para dar cumplimiento al acuerdo, porque así como está deja un sinsabor. De lo contrario se dilata la normalización de relaciones con las naciones y el ingreso de la ayuda económica a Honduras».

Tras el golpe de estado, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países congelaron sus programas de cooperación con Honduras. Este país, donde más del 60% de la población vive en la pobreza depende en gran medida de la ayuda internacional.

Micheletti dijo a radio HRN que «estamos dispuestos a hacer cualquier cosa que traiga tranquilidad al país. Si hay que negociar, hacer arreglos, lo haremos por la paz nacional».

«En el gobierno hay mucha gente que estuvo con el señor Zelaya y podemos integrar más de ellos como signo de integración y de paz», apuntó el gobernante de facto.

Zelaya, por aparte, no ha se ha pronunciado sobre la votación en el congreso más allá de condenar a los diputados que votaron en su contra.

Carlos Reina, uno de sus principales colaboradores, dijo que Zelaya seguirá en la embajada de Brasil, donde ha estado refugiado desde que volvió al país de forma subrepticia el 21 de septiembre.

«Es una decisión personal de él, pero por lo menos ahora no hay planes para que salga», dijo.

Además indicó que no han sostenido conversaciones con Lobo y tampoco han recibido ninguna invitación del presidente electo para dialogar.

Micheletti dijo además que «lo que hizo el congreso es un mensaje para todos los hombres que intentan dominar un país a través de la fuerza, el dinero y el petróleo como lo está haciendo (Hugo) Chávez, a quien Honduras le dijo: ‘usted es un trastornado que no tiene capacidad para venir a imponernos nada»’.

Aseguró que se trata de «una respuesta para Evo Morales (presidente de Bolivia), Rafael Correa (de Ecuador), Cristina Fernández (de Argentina) y Lula (de Brasil), quienes han tomado un odio increíble contra nuestro país».

Para la organización internacional Amnistía Internacional se registraron abusos del gobierno de facto que deben ser reparados, según dijo el jefe de la misión, Javier Zúñiga, y pidió a la comunidad internacional que no dé «un cheque en blanco» a Lobo, al cual solicitó que incluya el tema de derechos humanos en la agenda de su gobierno.