TEGUCIGALPA, (AP).- Aunque rechazó que exista un pacto político con Venezuela, el presidente Porfirio Lobo admitió el lunes que tuvo conversaciones secretas con un representante de ese país para lograr que Honduras retornara a la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Sus declaraciones ocurrieron luego de revelarse aquí un cable que el encargado de negocios en Tegucigalpa de Venezuela, Ariel Vargas, envió a su gobierno en el que Lobo expresó que trabajaba para convocar una Constituyente, pero que lo hacía de forma cuidadosa para «no correr con la misma suerte» del derrocado presidente Manuel Zelaya.
«Casi todo, digamos el 90% de la plática referida en el cable, es cierto, casi todo, yo me reuní con él (Vargas), pero no existe ningún pacto secreto con Chávez», dijo Lobo en rueda de prensa.
La reunión entre Lobo y Vargas se registró en la residencia en Tegucigalpa del gobernante.
Según el informe de Vargas, el mandatario hondureño le pidió que dijera a Chávez que era oportuno que Honduras y Venezuela restablecieran relaciones diplomáticas «e hizo la acotación de que contar con la ayuda de Venezuela le permitiría a Honduras maniobrar frente a Estados Unidos, pues en este caso nuestro país (Venezuela) sería como contrapeso ante las presiones y pretensiones estadounidenses».
Según el cable, Lobo contrajo diferentes compromisos con Chávez y uno de los principales fue encabezar un movimiento para promover una Constituyente en Honduras.
Para Vargas, Lobo le manifestó su preocupación de que algunas naciones exigieran enjuiciar a los que sacaron del poder a Zelaya en junio de 2009.
«En ese sentido, (Lobo) pidió ayuda nuestra para hacer ver a esas naciones que es materialmente imposible comprometerse a esta exigencia sin arriesgarse a un conflicto político grave en Honduras», señala el cable.
«Y acto seguido, el mandatario dijo en tono jocoso que si firmaba un acuerdo así, el presidente Chávez lo tendría que recibir cuando lo sacaran de Honduras como a Zelaya».
El diplomático venezolano comunicó a su gobierno que Lobo le dijo a Vargas que en Honduras hay una «derecha recalcitrante» que defiende sus intereses y se constituye en «una amenaza a su gobierno», tras indicar que dos de los sectores «fundamentales» a los que había que convencer para que respaldaran la Constituyente eran las iglesias Católica y evangélica. «¿Saben qué pasó?», dijo Lobo a los periodistas.
«Les voy a explicar: recuerden que estábamos a punto de ingresar a la OEA y algunos países como Ecuador mantenían la posición de que debíamos enjuiciar a los militares (golpistas) y que yo debía sacar a los que están en el gobierno.
Entonces invité al encargado de negocios de Venezuela a reunirnos porque él vive aquí y conoce la realidad».
Chávez medió en mayo, junto al presidente colombiano Juan Manuel Santos, para que Honduras fuese readmitida en la OEA, lo que ocurrió el 1 de junio en Washinton. También para que Zelaya retornara el 28 de mayo a Tegucigalpa de su exilio en República Dominicana.