Localidades del distrito municipal de La Víctoria, en Santo Domingo Norte, y otras de la provincia Monte Plata, están incomunicadas debido al desbordamiento del río Cabón, como consecuencia de las lluvias dejadas por la tormenta Franklin a su paso por el territorio dominicano.
Decenas de familias de las comunidades de Chirino, en Monte Plata, Rancho Arriba y Cabón, en La Víctoria, llevan días desconectadas de Los Mercedes, La Ceiba, Los Castillo y Reventón, debido a que el río está desbordado.
El paso de este río está a pocos metros de la entrada del Parque Nacional Humedales del Ozama, que cuenta con la laguna Manatí, un lugar que además está abandonado con una vía de acceso muy difícil.
Lo que tienen alguna urgencia y los más desesperados optan por tomar un bote para salir en busca de alimentos.
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Año escolar y cosechas en peligro
Zulema Martínez recuerda que la próxima semana inicia el año escolar, por lo que asegura que los estudiantes no podrían cruzar el afluente, ya que en ocasiones tarda hasta semanas para volver a la normalidad, por lo que sería traumática la apertura para los escolares de la zona.
Asimismo, quintales de cacao, café, ahuyamas, cocos, aguacates y otros rubros agrícolas que se producen en Rancho Arriba, Cabón y otras comunidades, no pueden ser llevadas a los mercados debido a que el desbordamiento del río no lo permite.
Luis Beltrán y Segundo Martínez llegaron desde Villa Mella hasta el lugar donde atraca el bote, en La Ceiba, subieron y a fuerza de remo emprendieron la travesía del río porque tenían urgencia en llegar a Rancho Arriba, donde tienen a sus familias.
Pero el otro paso con que cuenta el Cabón, por donde cruzan quienes viven en Chirino, Monte Plata, está peor, ya que el agua abarca kilómetros a la redonda.
Por este lado, ni siquiera en bote la gente osa cruzar, porque no se ve tierra firme a la distancia, y de un badén que existe quedó tapado por completo.
Domingo Beltrán, cruzó en un bote movido a remos debido a que habita en la comunidad de Cabón y no tenía nada para alimentar a su familia.
Exhortó al Ministerio de Obras Públicas y al propio presidente Luis Abinader, construir un puente más alto para que estas comunidades no queden incomunicadas cada vez que llueve.
Así, la vida de estas comunidades empobrecidas ha sido afectada por la tormenta que a su paso les dejó aislados, sin comida, con la incertidumbre de perder sus cosechas y de que el año escolar no pueda ser aprovechado debido a la incomunicación con el plantel. Un drama serio.