Miriam Germán, Yeni Berenice Reynoso y Milagros Ortiz Bosch
Entre el “genio” y el “loco” hay una finísima barrera que se llama “realidad” porque ella evidencia lo que es y descarta lo que parece ser.
En enero 16, 2004 escribí para HOY un artículo titulado “El merengue de Hipólito” descargando públicamente mi frustración por haber votado por un personaje que se vendió como “de palabra” y “sin pelos en la lengua” que parecía estar loco prometiendo cambios que necesitaban mucho coraje o cierta locura para recomponer la cruel realidad que vivía nuestro país. En esa época el HOY digital aceptaba comentarios y me destriparon criticándome el haber votado por alguien que “Acabó con to” según coreaba el merengue.
Los gobiernos que le sucedieron fueron un desastre institucional con la corrupción como aderezo y en junio 22, 2010 escribí otra colaboración que denominé “El loco” y, sin mencionar nombres, planteé la posibilidad de que, ante repetidos fracasos de gobiernos, la ciudadanía se decantara por elegir a un loco. Ojo: en esa época yo era abstencionista.
La señora Margaret Thatcher, ejemplo universal de mujer de Estado, fue llamada “la dama de hierro” y así concibo a las señoras Miriam Germán, Yeni Berenice Reynoso y Milagros Ortiz Bosch, que podrían parecer locas al enfrentar a monstruos corruptos de nuestro país. La señora Thacther tenía como respaldo a toda Gran Bretaña, una reconocida potencia económica, política, militar y nuclear, con un nivel educativo envidiable.
No somos británicos, pero ahora tenemos un pueblo más consciente con una juventud más participativa y debemos respaldar a estas damas de hierro dominicanas, empeñadas en ajusticiar a los corruptos, demostrando con su temple que no son locas, sino auténticas patriotas.