Logran que médicos no receten genéricos

Logran que médicos no receten genéricos

POR GERMAN MARTE
La directora del Programa de Medicamentos Esenciales (PROMESE), Elena Fernández Núñez, afirmó que la industria farmacéutica paga cuantiosas prebendas a los médicos, a cambio de que éstos receten sus productos a los pacientes. Afirmó que esta práctica se suma a la ignorancia y el prejuicio de la población de que lo barato «no sirve».

Núñez dijo que estos son factores que inciden en que la gente no consuma más medicamentos genéricos, a pesar de su eficacia y la economía que representan. Reafirmó que las farmacéuticas ofrecen todo tipo de favores a los médicos para que receten sus productos, a sabiendas de que un genérico hace el mismo efecto.

 «Hay muchas cosas, hay muchos viajes pagados; hay muchas prebendas que dan las industrias farmacéuticas», afirmó la funcionaria en el Almuerzo Semanal de los Medios de Comunicación del Grupo Corripio.

Incluso, dijo, existen clínicas que han sido hechas por la industria farmacéutica a cambio de que los médicos indiquen a sus pacientes los productos que estas empresas fabrican.

Los viajes a congresos internacionales son otras de las prebendas que utilizan las empresas para estimular a los doctores para que sugieran sus productos. Para variar esa situación, a juicio de la funcionaria, es preciso que los incentivos reciben los médicos provengan del sector público, y que los mismos formen parte de una política farmacéutica nacional.

Significó que la falta de reglas claras en lo concerniente a la promoción de los productos, los prejuicios de la población y de muchos médicos inciden en la falta de confianza de   los medicamentos esenciales, a pesar de que estos resultan igual de eficientes que los de marca y sobre todo mucho más baratos. La afirmación de la directora de Promese fue avalada por Miguel Ureña, asesor de Control de Calidad del organismo.

«Encontramos que muchas veces la industria estimula al médico para que recete sus productos y el resultado -muchas veces- es que en vez de indicar un medicamento más asequibles para la población, se recetan medicamentos más caros», indicó Guzmán.

Empero, añadió que la ignorancia de los pacientes es un factor que influye en que los medicamentos genéricos no tengan mayor demanda.

Sostuvo que si una persona va a su médico privado y éste le receta una pastilla que apenas cuesta un peso en Promese, probablemente no salga conforme. De este modo, subrayó, la industria, el médico y el propio paciente con prejuicio, contribuyen a la distorsión existente en cuanto a los precios de la medicina.

«A veces llaman al médico y le dicen: doctor usted me recetó una pastillita de a peso, y yo no creo que eso sirva», recalcó Guzmán.

MODA Y CONSUMISMO

Además de los factores ya señalado, explicaron los entrevistados, hay muchos modelos de consumo que se han trasladado al sector farmacéutico. De ahí la tendencia a pensar que los medicamentos más nuevos y más caros son los mejores, y esta idea ha permeado incluso la mentalidad de algunos médicos.

Y según Miguel Ureña, asesor de Control de Calidad de Promese, ese preconcepto crea una distorsión de la realidad «porque muchas veces se puede sanar una enfermedad utilizando un antibiótico viejo y barato, y no necesariamente usando un antibiótico recién salido del horno».

Empero, acotó, los medicamentos más nuevos siempre son los más costosos, porque tienen que pagar el royalty de la investigación.

De acuerdo con el funcionario, hay que educar al médico para que recete conforme a criterios de racionalidad y no sobre la base de la moda, los prejuicios o intereses.

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