Lograr salud de calidad y humanidad es un barril sin fondo

Lograr salud de calidad y humanidad es un barril sin fondo

Imagen de referencia. (Foto: Archivo)

Por: Chabela Peña
Expresar la verdad, en cualquier escenario del mundo, es quedarse solo, aislado

El Gobierno dominicano podría dedicar a la salud de nuestro pueblo la mitad del presupuesto de la nacion y esta seguirá igual o peor. Podrá construir hospitales dotados de toda la tecnología necesaria para resolver los graves problemas de salud de nuestra población y reducir así la estadía hospitalaria, secuelas, morbi mortalidad y programas de prevención masiva actuando tempranamente, con equidad, humanidad y responsabilidad de parte de todos los sectores responsables.

Hace dos semanas, se dio conocer al pueblo dominicano que necesitamos tres nuevos hospitales pediátricos; para qué? para empeorar lo que peor no puede estar. La responsabilidad es de todos los dominicanos realizar con valentía, trabajar arduamente, eliminando la política de este escenario.

No es un problema de ningún Gobierno en particlar, sino de todos: gobernantes y gobernados desde que yo recuerde, a partir de iniciar la carrera de medicina hasta la actualidad.

Algunas anotaciones

1- Sabemos cuál es nuestra población actual.

2- Cuáles son las enfermedades que nos aquejan.

3- Qué cantidad de médicos necesitamos en cada área de la medicina y en todos los rincones del país.

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4- El estado gasta fondo para formación de personal médico y paramédico para todos los sectores de salud y para exportación.

5- Todo el que desea ser profesional de la salud solo tiene que inscribirse en una universidad.

6- Prioritario, no termina de iniciarse y desarrollar la atención primaria

7- Personal sanitario sin estímulo educacional ni monetario, con permiso para asistir uno o dos días a sus obligaciones adquiridas, con conocimientos y aceptación de todos los niveles del sector salud.

8- No aplicación de los reglamentos hospitalarios.

9- Tecnología obsoleta.

10- Equipamiento obsoleto de Laboratorios hematológicos y microbiológico.

11- Salas para consultas ambulatorias abarrotadas y en hacinamiento.

12- Largas listas de espera para la realización de todo tipo de cirugías.

13- Direcciones y administraciones particulares.

14- Un colegio médico al que no se le respeta ni es llamado a discutir seriamente los problemas sanitarios del país.

15- Ausencia de mantenimiento de la estructura física, equipos y hotelería hospitalaria.

16- Falta frecuente de todo material gastable y humano.

17- Espacios inadecuados para el almacenamiento de la basura y recogida tardía.

18- Bibliotecas ausentes o portadoras de material didáctico del siglo pasado o mas no útil.

19- Ausencia de investigación sobre los factores mórbidos para mantener la salud.

20- Consejo Nacional de Residencias Medicas, ausente.

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21- Desconocimiento de la dinámica hospitalaria por las máximas autoridades-

Y más. Durante mi formación asistí por primera vez al hospital infantil Dr. Robert Reid Cabral en mi tercer año de Medicina y hasta hoy he vivido “sus épocas” de oro y de decadencia, como hoy.

Su parte esencial caótica y rodeado de nuevas estructuras y otras remodeladas dando la impresión que estructuralmente no necesitamos que es el único hospital infantil de nuestro país.

Inicialmente, un hotel y donde se creó la primera residencia médica de nuestro país y que aún se mantiene en pie, donde se han formado más del 90% de los pediatras dominicanos y que al transcurrir el tiempo han creado numerosas subespecialidades por una pléyade de verdaderos maestros orgullos de la medicina; la mayoría desaparecido/as, pero que crearon una mística sobre la atención de la salud integral del niño dominicano.

  • Un centro pleno en investigadores e investigaciones, hoy en una decadencia penosa.
  • Una estructura iniciada hace 20 años para una Unidad de Quemados que no se concluye.
  • Una construcción sin concluir para una unidad de tamizaje neonatal.
  • Una morgue anciana.
  • Rayos X y otras técnicas de imágenes obsoletas o ausentes, manejadas por personal no calificado.
  • Ausencia de reas de hospitalizaciones especiales.
  • Un comité ejecutivo elegido para solo apoyar a las autoridades de turno.
  • Un Consejo Educativo sin poderes.

Parqueos insuficientes

  • Y mucho más.
    Siempre escuché de mis maestros decir “que los paños sucios se lavan en casa” y es verdad, pero ni paños sucios hay para lavar.

Todos los especialistas formados en todas las especialidades nos quedamos en el Gran Santo Domingo. Aun así y adoleciendo de otras fallas, en el Robert Reid Cabral se hacen los niños.

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