Loma Miranda: víctima del Estado dominicano

Loma Miranda: víctima del Estado dominicano

Hace muchos años que abogamos por los Estudios de Impactos Ambientales Acumulativos y Estratégicos. Los E.I.A.A se refieren a la acumulación de cambios en el sistema ambiental, partiendo de una base de referencia, tanto en el tiempo, como en el espacio; cambios que actúan de una manera interactiva y aditiva (suelos, agua, atmósfera) y los estudios de efectos acumulativos (EEA) consisten en analizar el proceso científico-técnico de análisis y evaluación de los cambios ambientales acumulativos, originados por la suma sistemática de los efectos de actividades, obras o proyectos desarrolladas dentro de un área geográfica definida como una cuenca hidrográfica o un valle (el valle de Bonao y sus lomas). Para ellos, la empresa Falconbridge debía antes de iniciar su explotación revelar sus intenciones al Gobierno de turno. Final de los 60 no se requería de EIA y menos de EIAA.

La empresa canadiense afiló sus cañones sobre la loma La Peguera, sin importarle los impactos y efectos en la población de Bonao; los ecosistemas, la atmósfera y el subsuelo de la zona. Cuando prolongó sus actividades a la Loma Ortega, fueron pocas las voces que divisaban el peligro, se iniciaba ese proceso de expansión territorial, sin contemplar los riesgos subsiguientes. La Vega se quedó muda mientras Bonao y su movimiento social protestaban por los efectos ambientales ya perceptibles. El Gobierno de turno en ese momento debió exigir el plan estratégico de la empresa y su plan de expansión.

Nadie lo hizo ni la empresa ni el Gobierno. El Gobierno debía realizar una evaluación ambiental estratégica (E.A.E.) para evaluar los impactos ambientales de la política de la empresa, a sus planes y programas de expansión; no lo hizo. La trascendencia nacional de las actividades mineras y con más impactos localizables a nivel regional debían confrontarse con la Estrategia Nacional de Desarrollo, donde el desarrollo minero es contemplado, así como el desarrollo turístico y eco turístico. No se hizo tampoco. Ahora la minera chantajea, revela sus propósitos y la nación le dijo que no con razón. No puede seguir la expansión territorial de una explotación a cielo abierto, ahora en el valle de La Vega. Aniana Vargas hizo de su lucha por el agua, su razón de ser, con anticipación previno lo trascendental de la preservación de los bosques y de las reservas de agua del país. No podemos defraudarla, es un compromiso moral y de futuro para todos nosotros.

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