El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez exhortó  ayer a los dominicanos a que se preparen para enfrentar  en el 2009 un año muy difícil, y reiteró al gobierno la necesidad de implementar un plan de austeridad y  equilibrar las cuentas públicas. Dijo que el panorama  mundial  no es muy  halagüeño y planteó para el país limitaciones, dificultades y problemas, por lo que en ese sentido la población debe prepararse para esa situación. López Rodríguez hizo estos comentarios al término de la misa por la Jornada Mundial de la Paz, que presidió en la Catedral de Santo Domingo.

El cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez exhortó  ayer a los dominicanos a que se preparen para enfrentar  en el 2009 un año muy difícil y reiteró al gobierno la necesidad de implementar un plan de austeridad y de equilibrar las cuentas públicas.

Manifestó que el panorama  mundial  no es muy  halagüeño y planteó para el país limitaciones, dificultades y problemas, por lo que en ese sentido la población debe prepararse para esa situación.

El prelado sostuvo que   indiscutiblemente por parte del gobierno se espera que adopte  más austeridad a fin de poder ir equilibrando las cuentas.

El Cardenal López Rodríguez, respondió preguntas de los periodistas al concluir la misa de la Jornada Mundial de la Paz, que presidió en la Catedral de Santo Domingo, en la cual   comentó el mensaje del Papa Benedicto XVI con motivo de la jornada.

Dijo que al país hay que situarlo en el contexto mundial  y refirió que “no solamente somos nosotros es el mundo que también tiene una serie de retos  por delante que tiene que afrontar y  me refiero específicamente a la crisis financiera mundial, que nadie la va a obviar.”

Sin embargo, el Cardenal López Rodríguez dijo que con relación a los hechos ocurridos en el 2008, los dominicanos tienen el derecho de esperar algo mejor.

López Rodríguez hizo un balance del año que recién finaliza, resaltando los enfrentamientos de la campaña política muy accidentada, “con muchas acusaciones y contra acusaciones”, mientras que en el campo judicial también hubo una serie de hechos “en momentos en que se registra un crecimiento del narcotráfico e  igualmente la matanza de Paya o sea son cosas que demuestran claramente que  hay un malestar en el fondo de muchos corazones, eso es lo que hemos vivido hasta ayer”.

Expuso que principalmente la gente que  hace frente a situaciones económicas precarias tiene la esperanza de algo mejor, que no siempre es tan fácil.

Citó el caso de aumento salarial que ha sido tema de demanda durante todo el año pasado y reconoció que  muchas empresas no están en condiciones de disponer el incremento, debido a la misma crisis, pero que quizás  otras podrían hacerlo. “En fin creo que todo esto nos hace pensar,  pues que la República Dominicana tiene que empezar el año 2009 con una conciencia clara de que tenemos que afrontar momentos difíciles. Yo prefiero ser hombre de espera y ojalá que el gobierno también este inspirado en los mejores propósitos y deseos,”opinó.

A su juicio, ese fue el espíritu  del último discurso del presidente Leonel Fernández en que el que quiso dar  una palabra de aliento al pueblo dominicano.

 En la homilía, el cardenal López Rodríguez comentó el mensaje del Papa Benedicto XVI que tiene como lema “Combatir la pobreza, construir la paz”  recuerda que el papa Juan Pablo II en el mensaje de l993 enfatizo  las repercusiones negativas de la situación de pobreza de poblaciones enteras.

López Rodríguez manifestó que el tema de la pobreza no es nuevo y sigue siendo preocupante para la humanidad y que por eso el papa Benedicto XVI dice que combatirla implica considerar  atentamente el fenómeno de la globalización. 

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López Rodríguez

Cita que es preciso emprender campañas que eduquen a los jóvenes a una sexualidad plenamente acorde con la dignidad de la persona y no limitarse  al reparto masivo e irresponsable de preservativos, que estima es el medio mas eficaz para promover la promiscuidad y la propagación del   sida.

 Otro tema

Dice que otro tema del mensaje del Papa llama a poner atención en los programas de lucha contra la pobreza  que afecta la familia y que se refleja en los niños.