Lora Fernández mudado de cementerio

Lora Fernández mudado de cementerio

JOSÉ ANTONIO NÚÑEZ FERNÁNDEZ
Hace 39 años que por imperativo de la hora de entonces, el coronel constitucionalista Juan María Lora Fernández, fue sepultado en una tumba del cementerio de la Avenida Independencia. Para la realización de ese piadoso acto fue habilitada una tumba de ese camposanto, por disposición del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó y por acuerdo tácito de la doctora Yolanda de León, viuda de Lora Fernández.

El solemne acto del enterramiento ocurrió el lunes 20 de diciembre del 1965. En los sucesos bélicos del 1965, el difunto había sido el Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Constitucionalistas que participaron en la que fue guerra civil primero y guerra patria después.

Lora Fernández murió en el Hotel Matum de Santiago, el 19 de diciembre del ya mencionado año que ensangrentó el suelo dominicano y que la patria de febrero perdió a cinco mil de sus valiosos hijos. La historia de esos pasados sucesos es triste, grave y al mismo tiempo bastante heroica.

Los constitucionalistas viajaron a Santiago a rendirle un homenaje de recordación al coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez que había sido ultimado por las tropas invasoras norteamericanas, en la calle 30 de Marzo en un infructuoso ataque constitucionalista al Palacio Nacional.

El día 19 de diciembre, siete meses después de la muerte de Fernández Domínguez, los constitucionalistas fueron tiroteados en el cementerio de Santiago por francotiradores apostados en la azotea del hotel Oriente, propiedad de unos chinos. No hubo víctima alguna en ese acto de pura felonía y los constitucionalistas decidieron almorzar en el Hotel Matum. Ese fue tal vez un grave error. Y entonces el crimen, la traición y la crueldad que siempre ha sido la valentía de los cobardes, tomaron hálitos pavorosos para tramposamente tratar de aniquilar a los valientes de la gesta de abril.

Tropas de infantería mandadas por el coronel Coradín, fueron enviadas al ataque solapado. No lograron tomar el objetivo y frente al fracaso, decidieron atacar el Matum con aviones de la base de Santiago que tenía por comandante al difunto coronel Ortega P.; pero ocurrió que un agente de la CIA apodado Lester, monitoreando la frecuencia de radio de la estación central de los superiores de los de la base de Santiago, captó el tal Lester la disposición u orden dibólica impartida para que aviones de la base santiaguera bombardearan el Hotel Matum.

En el hotel se encontraban unos norteamericanos trabajadores de un circo, así como un funcionario consular de la misma nacionalidad. El agente Lester se dirigió a la carrera a la pista, parqueó su automóvil e imponiendo sus credenciales, entorpeció el levantamiento del vuelo de los aviones, hasta que llegaron helicópteros de la FIP bajo el mando del general norteamericano Robert R. Linvill. Infinito resulta a veces el mundo de las apariencias.

Ciertamente que no lograron pulverizar el Matum; pero en dicho  hotel murieron algo así como 28 dominicanos, con el coronel Lora Fernández y el sargento Domingo Peña (Peñita) entre ellos. El coronel y el sargento fueron sepultados en el Cementerio Independencia hace 39 años.

Ahora los restos del coronel Juan María Lora Fernández van a ser trasladados al camposanto de Cristo Redentor, donde serán colocados al lado de los restos mortales de quien fuera su esposa, la doctora Yolanda de León, mujer abnegada que tesoneramente levantó a base de trabajo y honradez una familia ejemplar.

Esa familia con el mayor de los hijos a la cabeza, el licenciado Juan Manuel Lora Fernández de León, merece la excelsitud de un reconocimiento.

También tenemos justa y obligatoriamente que tributar loas a dos valientes que en la tumba fueron compañeros de Lora Fernández, son ellos: El digno, leal y valiente sargento Domingo Peña (Peñita), que por igual perdió la vida en el Matum. Y el otro, fue un hombre de leyendas en las arenas de Cayo Confites; en el cruce osado del golfo de México como timonel del yate Granma y en el barrio de San Antón de la ciudad primada como: «El Comandante Pichirilo».

Finalizamos reiterando que después de 39 años, el coronel Juan María Lora Fernández el próximo domingo 19 de diciembre de este 2004, se va a mudar del Cementerio Independencia a la Necrópolis de Cristo Rendentor. ¡Pax Umbra!

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