La periodista Ana Mitila Lora, quien renunció hace unos días a la Comisión de Veeduría del Instituto de Bienestar Estudiantil (Inabie) negó que el motivo de su decisión sea una reacción de rechazo al decreto 183-15 que regula el funcionamiento de la Veeduría Ciudadana, como afirmó ayer René Jáquez, director de ese instituto.
El pasado sábado, cinco de los siete veedores del Inabie renunciaron al cargo con una carta remitida al ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, en la que expresaron que no eran tomados en serio y que sus más importantes solicitudes eran ignoradas.

Lora sostiene que la renuncia del grupo está motivada básicamente por el retraso en las informaciones que estos solicitaban, aunque admite que el decreto los inquietó porque limita la libertad de expresión de los veedores.

Jáquez había dicho lo siguiente: “creo que el decir que no proveíamos las informaciones solicitadas fue un pretexto para renunciar, porque ellos entienden que el reglamento les obstaculiza la libre expresión”, sostuvo que de las informaciones solicitadas entregaron el 98% y las que no fueron por obstáculos para recoger los datos.

Sin embargo la veterana periodista indicó que tienen copias de comunicaciones donde se solicitaba al Inabie en reiteradas ocasiones, colocar la información sobre las compras, pagos, lista de suplidores, nómina y presupuesto ejecutado en el portal de internet de la entidad y que nunca accedieron a esto.

Dice que el decreto 183-15 fue promulgado en junio del 2015 y aunque no estaban del todo de acuerdo con su artículo 25, donde plantea el procedimiento para hacer las denuncias, aún así continuaron trabajando.

Aclaró que no se trata de ninguna acusación contra Jáquez, sino el reclamo de información oportuna de una institución que maneja miles de millones de pesos.
La gota que rebosó la copa. Indica que el caso que más los motivó a la decisión fue ron las intoxicaciones de más de 20 niños en septiembre, tras ingerir el desayuno escolar en Baitoa, Santiago, y otro caso de un suplidor en cuya cocina corrían aguas negras, y que fueron presentados en un reportaje del programa de investigación Nuria.
Dice que aun están a la espera de los informes de esa intoxicaciones ocurridas en septiembre y de la contratación de ese suplidor.

“Entonces tendríamos que esperar seis meses para saber porqué la intoxicación en tal escuela, cuando ya a nadie le importe o no se pueda viajar a ver la cocina del suplidor” cuestionó la periodista, al tiempo que indicó porqué la importancia de que la información sea dada a tiempo.