Roma. EFE. El diseñador italiano Lorenzo Riva dio ayer una lección de alta costura en la presentación de su colección para el otoño invierno 2010-2011, un desfile en una habitación de hotel, sin música y sólo acompañado del clic de las cámaras de fotos con el que el modisto ha reivindicado la esencia de su trabajo.
Lorenzo Riva ha querido desmarcarse del certamen con una cita en petit comité en el lujoso hotel Exedra de la capital italiana, donde ha desafiado al espacio y a los impedimentos técnicos con su habitual sentido del humor y la elegancia de sus diseños, según la agencia Efe.