Los “bicombustibles” revolucionan industria automotriz brasileña

Los “bicombustibles” revolucionan industria automotriz brasileña

Sao Paulo (EFE).- La tecnología “flex-fuel”, que permite a los vehículos funcionar indistintamente con gasolina o alcohol, ha revolucionado a la industria automotriz brasileña y despertado el interés de otros países en el “combustible del futuro”.

Los autos “bicombustibles”, que fueron lanzados en el mercado brasileño a mediados de 2003, se convirtieron este año en un fenómeno de ventas, al punto de que en noviembre representaron el 70,9 por ciento del total de vehículos nuevos comercializados en el país, y más de un millón de ellos circula por las calles. El litro de alcohol rinde menos que la gasolina, pero en compensación es cerca de un 50 por ciento más barato, un argumento decisivo en estas épocas de petróleo por las nubes.

“Los vehículos con motor ‘flex’ deben seguir en alza y es razonable que dentro de poco tiempo lleguen a representar entre el 85 y el 90 por ciento del mercado”, dijo a EFE el director de Relaciones Institucionales de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), Ademar Cantero.

El “flex-fuel” existe en Estados Unidos, Canadá, Japón y Suecia, donde un número reducido de automóviles puede funcionar con una mezcla de 85 por ciento de gasolina y 15 por ciento de etanol (alcohol etílico), pero fue en Brasil donde esa tecnología se perfeccionó para que los motores funcionen con cualquier cantidad de uno u otro.

“Brasil tenía el precedente tecnológico del Proalcohol y empresas como Magneti Marelli, Delphi y Bosch, desarrollaron en los últimos años en el país el chip que permite a los motores funcionar con gasolina, alcohol o la mezcla de ambos”, explicó Cantero.

El Proalcohol, un programa para la producción a gran escala del etanol a partir de la caña de azúcar, fue presentado por el Gobierno brasileño en 1975 como alternativa a la primera crisis mundial del petróleo.

El etanol fue llamado entonces “combustible del futuro” pues además de ser más barato que la gasolina, se extrae de una fuente renovable y no contamina como los combustibles fósiles.

En la década de los 80, los vehículos impulsados exclusivamente por alcohol llegaron a representar el 90 por ciento de la producción y ventas de la industria nacional, pero problemas de abastecimiento prácticamente los hicieron desaparecer del mercado en la segunda mitad de los años 90.

“Ahora es diferente porque con el sistema ‘flex’ el consumidor tiene la garantía de que si hay problemas con un combustible puede abastecerse con el otro”, dijo a EFE Alfred Scwarc, consultor de la Unión de la Agroindustria de Caña de Sao Paulo (Unica).  Scwarc, que calificó de “sorprendente” el crecimiento de la flota de vehículos “bicombustibles” en el país, considera que a diferencia de lo ocurrido en los 90, esta vez el sector está preparado para atender la demanda de etanol.

“Estamos en proceso de expansión, de inversiones en nuevas plantas y en destilerías para aumentar la producción agrícola e industrial”, anotó.

Brasil, líder mundial en la producción y exportación de azúcar y alcohol combustible, obtendrá de la cosecha 2005-2006 unos 16.000 millones de litros de etanol, de los cuales cerca de 2.500 millones serán exportados a Estados Unidos, India, Corea del Sur, Suecia y Japón, principalmente para uso industrial.

Scwarc anotó que hasta 2010 el sector invertirá unos 5.000 millones de dólares en la construcción de nuevas plantas, con lo cual la producción de etanol saltará a 28.000 millones de litros para esa fecha.

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