Los “Ningunistas”
Jóvenes entusiastas
en procura de cambios

<STRONG>Los “Ningunistas”<BR></STRONG>Jóvenes entusiastas <BR>en procura de cambios

No hacen marchas ruidosas y pomposas en las calles, plazas y avenidas para atraer adeptos. Ellos simplemente forman discretas, dinámicas y entusiastas “manchas” negras, mezclándose entre la gente, en cualquier espacio disponible, en concurridas intersecciones de la vía pública, sin las mortificantes,  escandalosas y contaminantes “discolight”, utilizadas por candidatos a cargos electivos.

Esas manchas “humanas”, de jóvenes de ambos sexo, se identifican fácilmente por el color negro de las camisetas que cada uno lleva puesta, en la que se lee la consigna “Ninguno quiere cambios. Vota por ninguno”.  Están convencidos de que cuando  la juventud se mueve, la sociedad cambia. Y eso es precisamente lo que promueven: Cambios radicales en nuestra sociedad.

Pero, ¿quiénes son “Ninguno”? ¿Qué persiguen? ¿Cuáles son sus objetivos? La respuesta es simple: “Ninguno eres tu, soy yo, es tu vecino, tu vecina. Somos todos y todas los que al ir a votar no encontramos un candidato en quien confiar para marcarlo”. No son afiliados a ninguna organización política y rechazan la democracia representativa.

Estos jóvenes, quienes organizan actividades culturales, artísticas y participan en movimientos de protestas pacíficas de protección al medio ambiente y los recursos naturales, han cobrado notoriedad. Están por todas partes, compartiendo sus inquietudes, sus ideas y proyectos con otros grupos  generacionales.  Los más conocidos son La Revuelta, Toy Jarto, La Multitud, Justicia Global. Se dejan sentir por doquier y han jugado un rol protagónico en la lucha contra la instalación de una cementera en Los Haitises y más recientemente contra las actividades de la empresa Barrick Gold, en Cotuí.

“Ninguno” plantea franca y abiertamente eliminar los partidos políticos tradicionales del sistema, a los que consideran corruptos, corruptores, sinvergüenzas, desleales,  inescrupulosos, farsantes, simuladores, parásitos y otra docena de epítetos. La intención es  no sólo terminar con esa clase, sino desmembrar  lo que definen como el viejo Estado. Uno de sus principales objetivos es que los votantes emitan sus votos marcando una “N” para, con su intención,   ilegitimizar lo que llaman  “corruptocracia”.

El cuestionamiento a las opciones políticas existentes no deja lugar a dudas. “Ninguno” no escatima esfuerzos, ni pierde tiempo y espacio para formular sus planteamientos. Un grupo de ellos conversó con HOY. Víctor Víctor, María del Mar Mella, Fernando Gil y Wilton Polanco (Gnómico)

La filosofía del planteamiento de “Ninguno” no es que los votantes se abstengan de emitir su derecho al sufragio. Al contrario, la abstención que sugieren es activa. Por eso piden que la gente vote y escriba en la boleta electoral la palabra “Ninguno”, o simplemente marque con una “N”, para que los cuenten. Otras sugerencias es inscribir consignas, tales como “ninguno vale la pena”, “ninguno sirve”, “ninguno cree en ti”, “ninguno te representa”, “ninguno te escucha”, “ninguno trabaja”, “ninguno merece mi voto”, “ninguno guaya la yuca”,  “ninguno es como tú”, “ninguno cuida el ambiente”.

No es, según afirman, una propuesta descabellada. “Ninguno”  desconfía de los actuales funcionarios del gobierno, de todos los miembros del Congreso Nacional, de los síndicos,  regidores y, sobre todo, de  los aspirantes a cargos congresuales y municipales para las elecciones del de mayo de este año.

En otras palabras: Para “Ninguno”  las personas que resulten electas o reelectas en mayo próximo no representan a las mayorías  y no confían en los futuros 32 senadores, 178 diputados, 155 alcaldes, 155 vicealcaldes, 1,149 regidores y sus 1,149 suplentes, 229 directores, 229 subdirectores y 715 vocales de todos los distritos municipales del país que serán electos o reelectos en sus cargos.

“Para nosotros no hay un congresista tal o un congresista tal. Ese es el congreso. Lo que sale de ahí, apruébese o desapruébese, es la posición del Congreso al que tú perteneces”, comentó Víctor Víctor. El cantautor y artista fue miembro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). “Yo me metí y no le puse la mano a nada. Lo probé todo, y pude estar disfrutando del barrilito. Mi razón de ser no es el acumulo, ni ser parte de la máquina de pobres que es esta sociedad. Yo renuncié. Ellos (la cúpula del PLD) traicionaron los ideales del profesor Juan Bosch”.

“Bueno, en 1996 el PLD llegó al poder y alguien allí dijo: Bueno, para gobernar hay que pactar con los poderosos, porque sino, me tumban. Yo pensé que las cosas iban a cambiar con la llegada del PLD al poder, pero no cambió nada. Negaron a Bosch. Yo lo puedo afirmar, porque estaba ahí”.

Cuando de senadores y diputados se trata, no importa la organización política a la que representan. “Ninguno no hace la diferencia entre lo “bueno” o lo “malo”, o lo menos malo, especialmente en este sistema de votación, donde un candidato arrastra a otro.

¿Cuál es la diferencia entre los síndicos Esmerito Salcedo Gavilán, Juan de  los Santos, o los candidatos Leddys Vásquez, o Tonty Rutinel, para citar ejemplos? “Para nosotros, Todos significan  lo mismo. No le tenemos confianza al sistema, porque se ha comprobado que (a los números) le agregan un palito.

Imagínate, si botan en blanco, se reparten como buenos hermanos: uno para ti, otro para mi, otro para fulano… Los políticos son unos tígueres”. Gil, Víctor y Polanco comparten el criterio de la joven Mella. Y reiteran que la población debe votar “Ninguno”. 

El “tigueraje” político

Para “Ninguno”, el “tigueraje”, en su máxima expresión,  domina la política dominicana, y se dice lo que la gente quiere escuchar, se hace lo se quiere ver, o hacerte creer que lo está viendo. Por eso rechazan a esos políticos,  los vinculan a los peores intereses del país.

Los políticos dominicanos son, según “Ninguno”, una especie de filoso cuchillo, bien amolado, que corta un pelo en el aire, pero que ya no resiste más la lima, porque se desgastó.

A esa clase política le atribuyen ser causante de una especie de “amemamiento”  social, es decir, de dormir, anestesiar a la sociedad dominicana con falsas promesas y expectativas. Pero aseguran que la gente ha comenzado a despertar.

Los políticos, afirma “Ninguno”, han pegado a la pared a la sociedad dominicana, la que ya no resiste más “parchos”, ni reparaciones, sino un cambio.

“Lo que hay en nuestro país es un tigueraje. Nuestros dirigentes políticos tiene un PH en tigueraje Creemos que todos los dominicanos tienen una dosis de tigre para lograr cosas. Pero una cosas diferente es tener cierto nivel de tigueraje, y otra cosa es vivir en un tigueraje, como hacen los políticos”.

Según los jóvenes de “Ninguno”, los políticos dicen ser cristianos, de la boca para afuera, porque se dan un par de golpes de pecho los domingos en misa, pidiendo perdón a Dios, “y el lunes vuelven a joder a los demás”.

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