Los 10 años de la seguridad social

Los 10 años de la seguridad social

En el primer decenio de aplicación del Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) es posible contabilizar logros importantes, pero hay un inventario también muy importante de asuntos pendientes y correcciones que hacer a los que están en marcha.

Lograr la universalización de la cobertura es, tal vez, una de las asignaturas pendientes con mayor peso en la sociedad, pues  una proporción importante de la población sigue sin  cobertura, y no todos los que están afiliados disfrutan a plenitud los servicios.

La evasión en el régimen sigue siendo alta y muchos trabajadores tienen que pagar servicios de asistencia médica por irregularidades de sus empresas.

Diez años parece un tiempo razonable para haber trazado pautas sobre la cobertura de las personas que viven de la economía informal, y que aún están fuera del sistema. Lo mismo aplica para el personal de servidumbre de los hogares.

Aún dentro de la gradualidad dispuesta por la  Ley 87-01, que crea el SDSS, hay rezagos importantes en pasos necesarios para alcanzar los objetivos de cobertura médica y seguimiento a las cotizaciones.

Es necesario avanzar en los aspectos pendientes, sobre todo la univesalización de la cobertura, y mejorar los controles en torno a cotizaciones y cobertura médica de los afiliados.

Alza unilateral de los pasajes

Las empresas que explotan el servicio de transporte de pasajeros y que se camuflan de sindicatos han decidido un alza unilateral de los pasajes. La decisión la han tomado después de efectuar  paros de transporte que perjudicaron a miles de ciudadanos.

La  Oficina Técnica del Transporte Terrestre (OTTT) ha declarado su impotencia para salirle al frente al alza y alega que el asunto es competencia de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET).

Si la OTTT se declara  incompetente para enfrentar el alza, cuáles funciones tiene entonces ese organismo en la regulación del transporte de pasajeros. Por lo visto, los usuarios del transporte no tienen quien los ampare.

Nadie aspira a que los transportistas trabajen con pérdidas, pero no se puede pasar por alto el abuso que cometen al aumentar los pasajes y al mismo tiempo acortar las rutas.

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