La guerra ruso-ucraniana, iniciada el pasado 24 de febrero sin ningún tipo de provocación tan solo como un antojo imperialista de Vladimir Putin, tomó al mundo de sorpresa pese que esa invasión venía siendo anunciada por los norteamericanos desde hacía días por el despliegue de tropas y armamento ruso en la frontera con Ucrania.
La confrontación se inició con un despliegue del enorme poderío ruso exhibido en una larga caravana de 65 kilómetros que se vio paralizada cuando se le acabó el combustible y los alimentos.
Esas fallas logísticas paralizaron el avance y se detuvo ese largo convoy. Putin creyó que en pocos días aplastaría el débil ejército ucraniano y que en menos una semana tendría el control e impondría un Gobierno títere.
El tiro le salió por la culata y 37 días de iniciado el conflicto lo que se ve es a un ejército temeroso frente al coraje y valentía con el que los ucranianos le han dado el frente, aplastándolos en sus ofensivas y ocasionándole mas de catorce mil bajas que muchas permanecen insepultas en las frías planicies de Ucrania.
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Putin no sabe donde poner la cara y debe mostrarse agresivo y amenazador con el uso de armas químicas y nucleares para ver si puede conseguir tiempo para evitar su desplazamiento del poder, tal como se lo conminó presidente Biden el pasado sábado 26 en Polonia.
El presidente Vlodimir Zelenski ha surgido como un héroe mundial que ha sabido enfrentar al poderoso coloso ruso como si fuera David contra Goliat. Las tropas ucranianas, motivadas por la defensa de su Patria, le muestran al mundo su coraje guiados por su presidente, que en la asediada capital de Kiev aparece junto a sus soldados mostrándoles al mundo un valor invencible y causando graves daños al poderío del ejército ruso que con su avalancha de misiles cruceros y una artillería poderosa ha ocasionado una severa destrucción a las ciudades de Ucrania.
Los batallones rusos se han visto en desbandada en varios frentes dejando equipos y cadáveres insepultos desparramados por el suelo de las planicies ucranianas, las mismas son perfectas para las maniobras de los blindados sin tropiezos pero sin lugares para ocultarse por lo que han sido fáciles blancos para los comandos ucranianos que con sus cohetes portátiles han sabido destruirles cientos de esos costosos blindados y equipos afines de transporte de tropas.
El mundo siente admiración del valor ucraniano que ha sabido en enfrentar el poder ruso, frenándolo con heroísmo inigualable y rescatando la dignidad de occidente que carece desde hace tiempo de hombres de temple como en otras épocas de lo que fueron Winston Churchill, Charles De Gaulle, Douglas Mac Arthur. Estos y otros le dieron brillo al capitalismo cuando surgió vencedor en la II Guerra Mundial.
Ahora tan solo quedaba la carrera para buscar el máximo beneficio de sus actividades comerciales e industriales procurando el éxito. Eso dejó el campo para que surgieran otros sátrapas que buscaran adueñarse del mundo y así ver como un Vladimir Putin se le dejó crecer hasta dimensiones espectaculares y ahora se le aparta por sus afanes de querer ser el nuevo zar ruso pero no contaban con la valentía y el heroísmo del pueblo ucraniano.