Cuando El Nacional vio la luz pública por primera vez, el 11 de septiembre de 1966, no se habían disipado aún los humos de la pólvora de la revuelta de abril de 1965. Y menos aún las pasiones desatadas por aquella confrontación. Y eso no es nada. Surgía en esos momentos un régimen que hizo de la persecución política uno de sus puntos más despreciables. Ejercer en esos tiempos y circunstancias el derecho de información era una osadía. Y El Nacional fue más que osado, valiente y decidido al servir a los lectores la historia de los acontecimientos. Y lo fue más aún, al fijar con responsabilidad su posición sobre los mismos. Fue desde su nacimiento aguerrido y valiente, y esas características lo posicionaron muy bien en la preferencia de los lectores y anunciantes.
Cada página de El Nacional ha reflejado durante sus 46 años la firme vocación por desentrañar la verdad, dar seguimiento a los hechos, sus causas y consecuencias. Su defensa del interés nacional y las más nobles causas insertan a este tabloide en páginas gloriosas de la historia del periodismo. Su fundador, el doctor Rafael Molina Morillo, y su primer director, el doctor Freddy Gatón Arce, hicieron del diario un instrumento de defensa intransigente de las libertades y derechos, línea que aún se mantiene. A través de Radhamés Gómez Pepín, su director, van nuestros parabienes para todos los que han hecho que El Nacional sea la voz de todos.
Una herramienta imprescindible
El Presidente Danilo Medina ha dado cumplimiento al artículo 251 de la Constitución, al avanzar los pasos esenciales para integrar el Consejo Económico y Social, una herramienta de consulta esencial para articular las políticas necesarias para la construcción y fortalecimiento constante de la paz social. De este organismo han de formar parte representantes de los empleadores, trabajadores y otras organizaciones de la sociedad.
La decisión es importante porque con ella el Poder Ejecutivo reafirma una inclinación saludable para el país. Siempre que el caso lo amerite, la concertación deberá ser el punto de impulso para el trazado de políticas públicas que comprometan de alguna manera la armonía y la estabilidad social. Hacemos votos porque, una vez conformado, el Consejo Económico y Social sea una herramienta de uso intensivo entre las fuerzas representativas de la nación.