El club deportivo Naco se ha convertido en los últimos tiempos en el reducto social de la clase media, que había ido perdiendo todos sus espacios en los cuales podían disiparse en un sano y seguro esparcimiento para toda la familia y ahora tiene ese adecuado espacio para sentirse tranquilos y estimulados para la socialización.
Han transcurrido 54 años, desde el momento que se construía el ensanche Naco y se había reservado el espacio para un centro recreativo, que apareció en una pequeña enramada de cana y un patio español con una piscina que le dio el primer albergue a los moradores que se establecían en llamativos chalets, en lo que habían sido los terrenos del aeropuerto General Andrews.
El paso de los años y las necesidades sociales impulsaron al club Naco a un desarrollo vertical con un espacioso estacionamiento para más de 400 vehículos e instalaciones deportivas que van desde seis canchas de tennis, de basketball, volleyball hasta una piscina de competencia, de mucho prestigio por la calidad de los atletas que se han formado en sus aguas, lo que se complementa con un servicio de fisiatría, centro de masajes, gimnasio y salones de actividades que mantienen una gran demanda de los socios e instituciones que desean llevar a cabo una actividad. Además la calidad de los platos de los restaurantes atraen a los socios, que cada semana llenan sus espacios para disfrutar de exquisitas comidas que se complementan con otras ofertas de discotecas, piano bar, salones de billar y domino.
Ayer se llevaron a cabo dos ceremonias muy significativas para la vida del club. En horas de la mañana, en el desayuno aniversario, se reconoció la brillante hoja de servicio deportivo, profesional y familiar del ing. Juan Chalas, al cual se le dedicó este aniversario, y en una emotiva ceremonia la emoción embargó a los asistentes para reconocer a un ser humano muy especial por su dedicación al judo, al club, a su profesión y a su familia.
En horas de la tarde, y al llegar el crepúsculo, se procedió al segundo ceremonial de exaltación de los deportistas naqueños a la Plaza de los Inmortales del Deporte Naqueño, que como propulsores o atletas se han distinguido desde que iniciaron su vida deportiva en el club, destacándose con sus hazañas en el terreno de juego o asumiendo las tareas de promover el engrandecimiento del deporte para llevar a cabo las tareas de estimulo, apoyo y expansión del deporte en el club. Nueve fueron los atletas y propulsores reconocidos, que se suman a los siete primeros del primer ceremonial.
Acoger a unas diez mil familias, como miembros del club, es de por si una tarea exigente y delicada, ya que serequiere mantener un equilibrio para lidiar con tantas personalidades, enque cada una tiene sus preferencias, sus opiniones y críticas, por lo cual, para la actual Junta Directiva, ha sido un desafío para llevar a cabo una labor de integración y que el club se haya ido renovando y mejorando su planta física, ofreciendo nuevas atracciones para que los socios se sientan a gusto en cualquiera de las tres sedes, ya fuera en la de la ciudad, como en Cabamar a orillas de la playa de Juan Dolio o la de Naco Golf, que será en pocos meses un centro emblemático del golf nacional.