Las instituciones, al igual que los países, pasan por procesos de altas y bajas, pero aún así los pueblos las cuidan y valoran por los años y el peso específico de su incidencia en la sociedad. El 11 de enero de 1963 se fundó el primer colegio de profesionales de la República Dominicana, recayendo en los ingenieros, arquitectos y agrimensores esta honrosa responsabilidad.
Queremos destacar en este aniversario, que casi siempre fijamos nuestra mirada y conocimiento en el desarrollo y desenvolvimiento de una institución por la labor que despliega en la capital, sin tomar en cuenta el notable crecimiento de sus raíces en todo el ámbito nacional; por lo que esta vez, quiero recordar que el CODIA tiene presencia en 26 delegaciones provinciales, agrupadas en 8 regionales y que sus locales, propiedad del CODIA en una gran mayoría, se componen de salones de reuniones oficiales y de esparcimiento no solo para sus miembros, sino al servicio de toda la sociedad local; ganándose el Colegio un envidiable prestigio y admiración.
Sin menoscabo de las otras delegaciones, me atrevo a señalar que la regional de Santiago de los Caballeros, con sus amplias instalaciones y su incidencia profesional, goza del reconocimiento de la exigente comunidad norteña. Lo propio puedo decir de las regionales y delegaciones de San Juan de la Maguana, Barahona, Puerto Plata, San Francisco y San Pedro de Macorís, Higüey, La Romana y La Vega, al igual que la provincia de Santo Domingo, la cual me honré en presidir.
Algunas de estas dependencias del CODIA, por su empuje y esfuerzo han construido acogedoras casas clubes con estadios, canchas y piscinas. No olvidemos el valor histórico del local nacional del CODIA situado en la Ciudad Colonial en el Distrito Nacional y su casa club en la autopista Las Américas.
En fin, que sobre la base de este patrimonio millonario en infraestructura y una matrícula de 40 mil colegiados, es propicia la ocasión para que el CODIA, como casi todas las instituciones, en este 2020, se pueda sacudir un poco de la incidencia política partidista, para que no pierda su fundamental esencia contemplada en el artículo 6, letra b, de la ley 6160 de su creación, que dice: “Servir como guardián del interés público y actuar como Asesor del Estado en los asuntos de su competencia”.