Los 80 años del Gabo

<p>Los 80 años del Gabo</p>

Agencia EFE.- El “Año de García Márquez”. Así bien puede llamarse este 2007 en que coinciden el 80 aniversario de su nacimiento, los 40 años de la publicación de “Cien años de soledad” y los 25 del Premio Nobel de Literatura.

Son aniversarios que trascienden las fronteras nacionales y literarias porque Gabriel García Márquez, el maestro del realismo mágico, el creador del legendario mundo de Macondo, es ante todo un colombiano universal y uno de los inmortales de la literatura.

Gabo, como lo llaman afectuosamente desde sus más íntimos amigos hasta aquella legión de lectores anónimos que tiene repartida por todo el mundo, está considerado por los críticos como el más grande escritor vivo y para algunos es el más importante de la lengua de Castilla después de Cervantes.

“Es un autor que lo consideran de casa en cualquier lengua y en cualquier época y en cualquier país donde se lea”, manifestó recientemente en una entrevista con una radio colombiana Dasso Saldívar, autor de “El viaje a la semilla”, la más completa biografía de García Márquez, nacido el 6 de marzo de 1927.

La admiración, veneración en algunos casos, que García Márquez despierta en todo el mundo no es gratuita. Es producto de la fértil imaginación y torrente narrativa de un genio que llevó a su más elevada expresión un estilo de contar historias fantásticas, no como fábulas, sino como parte del mundo real.

Eso se constata en las similitudes entre los personajes de sus obras y sus antepasados, comenzando por la figura de su abuelo, el coronel Nicolás Ricardo Márquez Mejía y José Arcadio Buendía, de “Cien años de soledad”, y entre su abuela Tranquilina Iguarán Cotes y Úrsula Iguarán.

“Los abuelos de García Márquez fueron primos hermanos, como José Arcadio y Úrsula Iguarán en “Cien años de soledad”, anota Saldívar en su obra sobre Gabo.

Las coincidencias entre lo real y lo imaginario, entre Macondo, aquella “aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas…” y su natal Aracataca, población del departamento caribeño del Magdalena, refuerzan la tesis de quienes consideran que el Nobel, más que inventar, dio un toque mágico a la realidad colombiana.

Es la realidad de un país desgarrado por conflictos, como las 32 guerras que promovió y perdió el coronel Aureliano Buendía en la obra cumbre de Gabo.

El propio García Márquez, en el discurso de aceptación del Premio Nobel, el 10 de diciembre de 1982, ante la Academia Sueca de Letras, recordó que los “gérmenes” del realismo mágico se remontan a los testimonios “asombrosos” legados por los cronistas de Indias sobre leyendas como la de “Eldorado”.

La obra de García Márquez tiene además la virtud de que atrapa tanto al lector común y corriente como a los críticos más agudos, un fenómeno que la Editorial Sudamericana, de Buenos Aires, constató hace 40 años cuando los 8.000 ejemplares de la primera edición de “Cien Años de Soledad” se agotaron en cuestión de días. Fue ahí que empezó a forjarse la leyenda.

Desde aquel 5 de junio de 1967 la obra prima de García Márquez ha sido traducida a cerca de 35 idiomas, desde el ruso hasta el esperanto, pasando por el húngaro y el chino, y se calcula que sus ventas superan los 30 millones de ejemplares.

Recientemente fue escogida por un grupo de 125 intelectuales como una de las 20 mejores novelas de la historia y, junto con El Quijote, son las únicas en español de la lista.

Pero a pesar de su prestigio, García Márquez no está exento de las polémicas, como la provocada en 1997 en la inauguración del I Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en Zacatecas (México), donde propuso simplificar la ortografía y desató con ello un aluvión de críticas que, según dijo después, se debió a una mala interpretación de su discurso.

Diez años después de esa polémica, el IV Congreso de la Lengua abrirá sus sesiones en Cartagena (Colombia), el próximo 26 de marzo, con un homenaje a García Márquez por sus coincidentes aniversarios.

Los homenajes incluyen además la presentación de una edición popular de “Cien años de soledad” preparada por las Academias de la Lengua de los países de habla hispana y revisada por el propio padre de Macondo.

Directores de cine homenajean a García Márquez en sus 80 años

Bogotá, (EFE).- Directores de cine de cinco países que han llevado a la pantalla grande obras del escritor colombiano Gabriel García Márquez participaron hoy en una tertulia en la ciudad colombiana de Cartagena en homenaje al Premio Nobel de Literatura de 1982, quien cumple mañana 80 años de edad.

La tertulia de cineastas de Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica y México, que se centró en la relación entre palabra e imagen, entre cine y literatura, se llevó a cabo en el marco del XLVII del Festival Internacional de Cine de Cartagena, que comenzó el viernes pasado y termina este 9 de marzo.

En el evento participaron el cineasta chileno Miguel Littin, la costarricense Hilda Hidalgo, el mexicano Jaime Hermosillo, los colombianos Lisandro Duque y Jorge Alí Triana, y el argentino Fernando Birry, uno de los fundadores de la Escuela Internacional de Cine y Televisión en San Antonio de los Baños (Cuba) junto a García Márquez.

La conversación fue moderada por el periodista y crítico Alberto Duque López.

Precisamente este año se cumplen veinte años de la fundación de la Escuela de Cine San Antonio de los Baños, en Cuba.

García Márquez fue cronista de cine y acudió en la década de 1950 al Centro Experimental de Cinematografía de Roma, donde recibió clases de Cesare Zavattini.

El Festival de Cine de Cartagena también homenajeó este año a García Márquez, al presentar varias de sus obras convertidas en películas, entre ellas “Un señor muy viejo con unas alas enormes”, “Tiempo de morir”, “Edipo alcalde”, “El coronel no tiene quien le escriba”, “Milagro en Roma”, “El verano de la señora Forbes” y “La viuda de Montiel”.

Editor dice que García Márquez dio a conocer
al mundo una literatura nueva y original

Roma (EFE).- Francisco Porrúa, el primer editor del éxito de Gabriel García Márquez “Cien años de soledad”, recalcó hoy, en vísperas del ochenta cumpleaños del escritor colombiano, la “importancia extraordinaria” de su obra con la “que dio a conocer en todo el mundo una literatura nueva y absolutamente original”.

Con motivo del cuarenta aniversario de la primera edición de “Cien años de Soledad”, el argentino Porrúa recordó al diario italiano “La Repubblica” el momento en que decidió publicar la conocida novela “después de haber leído solamente las primeras líneas, la primera página”.

El ex director de la casa editorial “Sudamericana” aseguró que su interés por el entonces desconocido García Márquez se debió a que en aquella época estaban “a la caza de novelas latinoamericanas originales” en las que buscaban “una literatura con caracteres propios, indígenas”.

El éxito inmediato que la novela del Nobel de Literatura en 1982 consiguió entre el público argentino fue definido por Porrúa como “un cortocircuito extraordinario” ya que “después de algunas semanas toda la ciudad de Buenos Aires lo estaba leyendo”.

Agregó que “al final de los sesenta Buenos Aires era la ciudad que mejor podía acoger un libro” como “Cien años de Soledad”, ya que era “una metrópolis más bien vivaz con un gran número de lectores, de apasionados muy atentos a las novedades editoriales”.

Porrúa también se refirió al escritor colombiano como una persona “tímida y recelosa” y expresó su impresión de que “el García Márquez hombre común y el García Márquez escritor son idénticos”.

El editor argentino y primer editor en español de otras grandes obras literarias del siglo XX, como “Crónicas Marcianas”, de Roy Bradbury, o “El Señor de los Anillos”, de Tolkien, aseguró que nunca ha elegido un libro por su valor comercial.

Según Porrúa, “hoy la industria editorial tiene otros principios y otros objetivos que yo no comparto” ya que siempre ha pensado que “el editor es un »don nadie» con respecto al autor y así tiene que ser”.

Las voces de macondo

Madrid, (EFE).- Las voces del lejano Macondo se expandieron hoy por el cielo de Madrid, entonadas por escritores, actores y políticos que prestaron su piel a los personajes de “Cien años de soledad”, la novela más emblemática de Gabriel García Márquez.

La Casa de América de Madrid, ubicada en la céntrica plaza Cibeles de la capital española, abrió hoy sus puertas para rendir homenaje al autor colombiano en la víspera de su ochenta aniversario.

A la atalaya de la escalinata principal del Palacio de Linares, que alberga la Casa de América, subieron desde primera hora de la mañana personalidades políticas, escritores, actores y compatriotas de una de las plumas latinoamericanas más reconocidas.

El territorio mítico de Macondo, habitado por una saga de personajes irrepetibles, comenzó así a esparcirse por Madrid muy de mañana cuando la vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, pronunció las frases iniciales de una obra convertida en hito a partir de su publicación en 1967.

“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”, entonó Fernández de la Vega.

A la vicepresidenta española le siguieron las secretarias de Estado para la Cooperación Internacional, Leire Pajín, y para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, quienes se sumaron a la lectura de una obra que ha logrado al mismo tiempo el prestigio académico, el reconocimiento de la crítica y el éxito del público.

Y es que leer a Gabriel García Márquez es “un placer uno no se puede negar”, declaró a Efe, la embajadora colombiana en España, Noemí Sanin.

“Lo que produce leer a Gabo es felicidad”, añadió Sanin, quien definió “Cien años de Soledad” como la “catedral de la creación, de la belleza y del buen idioma”.

“Nació en Colombia, pero todos lo que hablamos español tenemos en él un referente de perfección y de creación de belleza”, dijo Sanin, quien consideró a García Márquez un valor “patrimonio de la humanidad”.

La embajadora colombiana se sintió conmovida por el homenaje que brinda hoy España a su compatriota, autor también de obras tan reconocidas como “El amor en los tiempos de cólera”.

Tras la lectura de Noemí Sanin subió a la tribuna para prestar su voz a los personajes de “Cien años de soledad” la directora gerente de la Agencia de noticias Efe, quien estuvo precedida por el también periodista Iñaki Gabilondo.

   A ellos se sumarán a lo largo de la jornada representantes del mundo del cine, como Marisa Paredes, Mercedes Sampietro, Ángeles González Sinde, Emma Suárez.

   También participarán, entre otros, el cineasta colombiano Sergio Cabrera y su compatriota el escritor Jorge Franco.

   Iniciativas como las que hoy lleva a cabo la Casa de América de Madrid son necesarias, a juicio de la directora de la Biblioteca Nacional española, Rosa Regás, a fin de “tener siempre presente de todos aquellos que han hecho de nuestra cultura lo que hoy es”.

   Regás destacó a Efe que García Márquez ha abierto posibilidades a todos los demás escritores, “no sólo por el ámbito nuevo creado, sino por el coraje que nos ha dado a todos para intentar encontrar un camino distinto para la literatura”.

   Y a los distintos caminos y posibilidades de la literatura se refirió la colombiana Yolanda Villavicencio, candidata por el Partido Socialista (PSOE) a la Asamblea de Madrid en los  comicios regionales del próximo mayo.

   En su opinión esta lectura pública de “Cien años de soledad” contribuye decisivamente a la “integración” de la población inmigrante.

   “El hecho de que hoy se difunda que se está rindiendo este homenaje hace que muchos alumnos se sientan orgullosos de ser colombianos, latinoamericanos, y eso ayuda a que se acabe con estereotipos y aptitudes xenófobas”, agregó.

   Quince minutos, equivalentes a siete páginas de la novela, es el tiempo que dispone cada uno de los participantes en esta lectura, que abarcará aproximadamente dieciséis horas de ejemplo de la mejor novela hispanoamericana. 

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