Los abogados pierden el contacto con la esposa del Nobel de la Paz Liu Xiabo

Los abogados pierden el contacto con la esposa del Nobel de la Paz Liu Xiabo

Marga Zambrana Pekín, (EFE).- Los abogados del Premio Nobel de la Paz encarcelado Liu Xiaobo señalaron hoy a Efe que han perdido contacto con la esposa de éste, Liu Xia, que se encuentra bajo vigilancia desde que se supo el fallo del jurado noruego el pasado el 8 de octubre.

«Hemos perdido contacto con Liu Xia desde hace tres días», informó el abogado Shang Baojun, que indicó que antes del domingo había mantenido contactos esporádicos y muy breves con ella a través del teléfono y de internet.

El letrado no pudo especificar si los efectivos que vigilan ilegalmente a la fotógrafa y poetisa día y noche le impiden también responder llamadas o si los servicios han sido cortados, ni tampoco verificar si ésta se encuentra todavía en su domicilio.

 «Creo que sigue en su apartamento (de Pekín), pero no he podido comprobarlo», dijo el jurista. Liu Xia, de 49 años, no ha podido reunirse todavía con Shang y el resto de abogados que se ocupan del caso de Liu Xiaobo, de 54 años, para preparar su apelación a la condena de once años de cárcel debido a que sus vigilantes no se lo permiten.

Por este motivo, los abogados no han podido avanzar en la preparación de la apelación para liberar al Nobel. La última vez que Liu Xia utilizó su servicio de «microblogging» de Twitter fue el domingo, cuando escribió «Soy yo, Liu, no te preocupes», después de enviar dos mensajes en los que indicaba que estaba muy controlada y que cada vez era más difícil usar internet.

Liu Xiaobo, un intelectual y crítico literario que inició su disidencia política liderando las manifestaciones estudiantiles de 1989 en Tiananmen, fue condenado en diciembre de 2009 a once años de cárcel después de colaborar en un manifiesto político, «Carta 08», en el que 300 intelectuales pedían la entrada en vigor de derechos constitucionales como el de prensa, expresión o el pluripartidismo.

Las autoridades penitenciarias de la cárcel de Jinzhou (Liaoning), donde cumple condena, rechazaron la petición de uno de los hermanos del disidente, Liu Xiaoguang, de 60 años, para visitar al nobel a finales de este mes, un encuentro mensual al que los familiares de Liu tienen derecho a pesar de que su esposa pudo visitarlo custodiada el pasado 10 de octubre.

Según dijo el hermano mayor al Centro de Información para la Democracia en Hong Kong, el padre del nobel tiene 82 años y no está en condiciones de visitar a su hijo en Jinzhou, por lo que es él quien se ocupa de mantener el contacto con el preso político. Liu Xiaoguang, que vive en Dalian, otra ciudad de la provincia de Liaoning, ha expresado su temor a Liu Xiaobo sea atacado por alguno de los cinco presos con los que comparte celda y a los que califica de violentos, según pudo comprobar en julio, su última visita.

El hermano mayor ha pedido el traslado inmediato de Liu a la prisión de máxima seguridad de Qincheng, en Pekín, donde cree que estará más seguro.

Por su parte, el hermano de la esposa, llamado Liu Tong, expresó a la misma ONG que duda mucho de que Liu Xia sea puesta en libertad antes del 10 de diciembre, fecha de la ceremonia de entrega del Nobel en Oslo (Noruega), para evitar que vaya a recogerlo en nombre de su marido.

Mientras tanto, las autoridades chinas continúan con su campaña de detención de activistas afines a Liu, algunos de edad avanzada, como la co-fundadora del grupo de familiares de víctimas de la masacre de estudiantes de 1989, Madres de Tiananmen, Ding Zilin, de 73 años, y su marido, Jiang Peikun, que se encuentran desaparecidos desde el pasado día 14.

Los familiares del antiguo secretario político del partido, Bao Tong, de 78 años y amigo de Liu Xiaobo, también han perdido contacto telefónico con él en los últimos días, después de que concediera entrevistas para hablar del Nobel, lo que también ha sido motivo de detención de decenas de disidentes este mes.

Líderes de Estados Unidos, la Unión Europea y agencias de la ONU han pedido al régimen chino la liberación de Liu, al que Pekín considera un «delincuente convicto» y al galardón noruego una confabulación internacional contra el sistema político y judicial chino. EFE

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