Los abogados que ejercen la materia
de los Derechos Humanos

Los abogados que ejercen la materia<BR>de los Derechos Humanos

WILFREDO MORA
El olvido está lleno de memoria». 
Mario Benedetti.
Los clientes de los abogados que ejercen la materia de los Derechos Humanos son las víctimas de violaciones de derechos humanos o sus familiares que, en nuestra experiencia, dicho rol legal lo ejerce la Comisión Nacional de Derechos Humanos de la República Dominicana, aunque es de conocimiento público que existe el Comité Dominicano de Derechos Humanos, el Instituto de Derechos Humanos de Santo Domingo, el Instituto de Dignidad Policial, o Ceprapo, y hay quien se ha denominado Alto Comisionado de los Derechos Humanos ante las Naciones Unidas, para la nación dominicana.

También el gobierno tiene una Comisión Inter-institucional de Derechos Humanos, que opera en la Secretaría de Relaciones Exteriores, y creo que la función primordial es proteger (o arreglar) las acciones del Estado en materia de derechos humanos, frente a la opinión pública internacional. No sé si pudiera definir la cuestión de derechos humanos en nuestro país, y no lo sé porque he oído a los políticos dirigirse a esta materia sin darse cuenta que lo que procede es vulgarizar (hacer popular este dominio de conceptos) para que el pueblo entienda primero de lo que esto realmente  trata. Políticos y jueces se han contradicho en esta materia. Y espero tener una ocasión favorable para esgrimir más de un argumento legítimo sobre las razones que creo tener.

El papel de estos abogados se explica en base a un esquema clásico: Frente a una violación de derechos humanos al abogado no le corresponde investigar, pero debe protestar para que ésta se lleve a cabo. Exigir a los jueces que cumplan con la obligación de «investigar y resguardar las pruebas». Si negamos que la respuesta institucional funcione correctamente, que esta respuesta desde la Justicia pueda ser en sí misma una violación de derechos humanos, quizás signifique que no nos interesa la impunidad de los poderosos frente a los imponderados de la sociedad. Y debemos valorar como es en nuestro país el resultado de los casos de violaciones a derechos humanos.

Los abogados saben de los cambios en la administración de justicia y lo recomendable es que puedan recurrir a expertos forenses, ya que ellos juegan un papel decisivo en la evaluación de abusos tales como muertes selectivas, torturas, detenciones arbitrarias, excesos policiales, y un sinnúmero más de esos desvaríos. Estas averiguaciones que debe ponerla en marcha la misma Justicia, y que no lo ha hecho nunca, deben de mantener en ristre a los abogados. El paso final en esta representación legal es la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que puede asistir al abogado que le solicite informes de derechos humanos, casi siempre a través de Comisiones de Verdad, o Comisiones de un Equipo de Forenses. A veces la misma CIDH funciona como abogado de las víctimas de violaciones de derechos humanos. No ilustraremos ningún caso, pero ahí están los anales de casos que pululan por toda América Latina.

Finalmente interesa referirnos a las cualidades que debe tener el abogado que se aplica en esta materia, considerada por algunos como una de las más difíciles.

Al igual que un técnico forense debe de tener una cultura jurídica altamente apreciable de las leyes locales, el derecho penal debe conocer el más allá del derecho procesal, y debe tener siempre en cuenta la perspectiva de que actúa en forma externa al sistema forense o de justicia, que muchas veces no deja ser “independientes” a sus actores judiciales. Así como un perito extranjero es ejemplo de experto neutral, de falta de prejuicio, de ser  objetivo, ser un verdadero científico, y por lo tanto apolítico, pues, asimismo debe el abogado actuar, ajeno a una situación política creada, y centrado en la verdad de su caso.

Recordemos que en esta materia muchos abogados son perseguidos por las líneas avanzadas del trabajo por los derechos humanos que llevan a cabo y por la puesta en exposición de sus autores intelectuales. Muchos informes forenses no alcanzan la debida difusión, si no es porque los abogados de derechos humanos innovan formas de divulgar estas informaciones. Es por eso que las ONG de derechos humanos que tenemos tienen la obligación de disponer de documentos concretos para llevar a los tribunales. Y no dejar en el olvido ningún caso, por el enorme dolor que causó a sus víctimas directas.

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