Los dientes están formados por estructuras duras y blandas, las enfermedades orales más comunes son caries y enfermedad periodontal, ambas afectan los diferentes tejidos dentales.

Una de las complicaciones más comunes de estas lesiones son los abscesos dentales los cuales están llenos de material purulento y responden a una reacción ante este proceso infeccioso en la cavidad oral.

Enfermedades periodontales, caries profundas, traumas son las principales causas de los abscesos dentales, las cuales generalmente se localizan cerca de la pieza dental afectada como una respuesta activa a la agresión provocada por la rápida y desmedida multiplicación bacteriana, formándose así exudado purulento.

El área afectada se tornará rojiza e inflamada el paciente refiere dolor, mal aliento e incluso episodios febriles. Es urgente la visita al odontólogo, estudios radiológicos son en estos casos de gran ayuda para el diagnóstico. Además de farmacoterapia debe eliminarse la causa de origen de este proceso infeccioso, la automedicación nunca es recomendable.

Pacientes inmuno deprimidos o pacientes diabéticos deben ser muchos más cuidadosos que el resto de la población ante la presencia de un absceso dental, para evitar complicaciones.

En niños con piezas dentarias temporarias, es muy común la presencia de estas lesiones, ya sea por caries o traumatismo, al igual que los adultos es urgente la visita al odontólogo, detener en la mayor brevedad posible ese proceso infeccioso, ya que el mismo puede extenderse a otras partes del cuerpo humano. Los principales signos de un absceso dental son:   fuerte dolor, de manera continua; mal aliento y sabor amargo; inflamación de ganglios del cuello; malestar general, fiebre, escalofrió, y  dificultad para abrir y cerrar la boca.

El absceso dental es una infección bacteriana,   como tal debe ser tratada lo más rápido posible, de no hacerlo pueden surgir serias complicaciones que comprometen la salud general del paciente. Un absceso puede llegar a manifestarse en la mejilla, piel y músculos de la cara., provocando una celulitis inferior, en caso de no ser drenado a tiempo por un profesional, el crea su agujero de drenaje, fistula, por donde sale la pus.

La endocarditis bacteriana, abscesos cerebrales, septicemia son algunas de las complicaciones de un absceso no tratado a tiempo.

La mejor forma de prevenir los abscesos dentales es una correcta higiene oral, sana alimentación y controles periódicos al odontólogo. Estas lesiones no se desarrollan de un día para otro, son frutos de afecciones o traumas anteriores. Una caries profunda que involucre a la pulpa, necesita tiempo. Un trauma monitoreado desde su inicio es más difícil que de fruto en absceso dental.

El cuerpo humano es una maquinaria que funciona en conjunto, prevenir, es regalarse una vida saludable.     

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