Los accidentes de tránsito

Los accidentes de tránsito

Muchas veces nos hemos referido a este tema, desde que presenté mi tesis para graduarme de Ingeniero Civil, y tal vez desde varios años antes, pero ninguna de las autoridades, de los gobiernos que han pasado por el Palacio Nacional se han sentido aludidos, aun cuando se trata de una enfermedad social que se ha llevado “de encuentro” a miles de ciudadanos y muchos lesionados para el resto de sus vidas y cada día que transcurre las violaciones a ley de la materia es mayor, es también el número de vehículos que transitan por nuestras calles y carreteras, sin que ningún funcionario haya estudiado mínimamente este problema que azota a conductores y peatones. Fue por este motivo que hace más de diez años propusimos al Gobierno de turno que conformara una Junta Nacional de Educación Vial como una de las cosas fundamentales que es necesario poner en práctica para enseñar a conductores y peatones el deber que tienen de respetarse mutuamente para reducir la frecuencia de los accidentes de tránsito y sus propias vidas, pero en este país es muy común que la ingenuidad o la ignorancia y la estupidez o la torpeza son admiradas, porque los jueces en su mayoría mantienen una estrecha amistad y compromiso con los criminales y no con las víctimas, producto del mal comportamiento de conductores en las vías de circulación.

Como señalé más arriba, escribí en este periódico dos artículos titulados La Prevención de Accidentes y todavía no he podido ver que las autoridades del tránsito vehicular hayan tomado algunas de las indicaciones señaladas por el autor; parece que son dictadores malignos que se ríen de la capacidad de los ciudadanos que viven pidiendo tranquilidad y paz para todo el país. Si quisieran hacer algo útil, comenzarían retirando de circulación todos los motoristas sin placa y los que no usan el casco de protección, y, también todos los vehículos inservibles que circulan en las ciudades sin placa ni seguros. Manos a la obra. Comiencen a poner en práctica el respeto a la ley y a la dignidad humana. Seguiremos con el tema que tiene muchos aspectos.

¡Oye Patria mía, pon atención a esta aflicción!

 

 

 

 

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