En pleno auge de la cosmética con ingredientes naturales, los aceites vegetales van ganando terreno a otro tipo de compuestos pero, ¿son realmente eficaces para cuidar piel y cabello?
Aceite de coco, de girasol, de ricino, de oliva, de jojoba, de rosa mosqueta… Son solo algunos de los tipos de aceites vegetales que lucen como reclamo en las etiquetas de los productos de higiene y belleza con los que cuidamos la piel y el cabello.
Pero, ¿son realmente beneficiosos? ¿No engrasarán más que ayudar? ¿Por qué son cada vez más recurrentes, sea o no natural la cosmética que los emplea? ¿Cuáles debo usar o evitar? ¿Cómo aplicarlos? Son algunas de las preguntas que surgen ante el “boom” de los aceites como elixires de belleza.
A todas ellas responde, en entrevista con Efe, Héctor Núñez, farmacéutico especializado en cosmética y dermofarmacia y popular en redes sociales como “@cosmetocritico” (https://www.cosmetocritico.com/).
Beneficios y precauciones. “Los aceites vegetales aplicados de forma directa, aportarán semioclusividad, es decir, una capa que evitará la pérdida transepidérmica de agua mejorando la hidratación de la piel”, comenta Núñez.
El experto explica que “son un complemento no indispensable en la rutina, que pueden aportar beneficios a cada tipo de piel. Es decir, no es obligatorio usarlos y todo depende de lo que se busque”. En líneas generales: “actúan como emolientes para la piel, haciendo que esté más suave, y aportan componentes presentes de forma natural.