Los actos de violencia han aumentado en las escuelas

Los actos de violencia han aumentado en las escuelas

Los casos de agresiones entre estudiantes van en aumento en la República Dominicana, lo que se ha convertido en un motivo de preocupación porque las escuelas deben ser un lugar de formación ética, moral y emocional para los niños.
Con frecuencia se hacen virales en las redes sociales vídeos que muestran episodios violentos entre alumnos, quienes intentan resolver sus diferencias a los golpes y agresiones, sin medir las consecuencias.
Pero estos casos violentos no solo se producen entre pares porque en algunas ocasiones los profesores han sido víctimas de la violencia estudiantil.
El más reciente caso dado a conocer fue el de un estudiante de 16 años que hirió de una puñalada a su compañero de 13, el pasado viernes en la Escuela Básica Colonia de Juancho en Pedernales.
El 14 de este mes un menor recibió una puñalada a manos de otro de 15 años, en las inmediaciones del centro educativo militar San Miguel Arcángel “El polvorín”, ubicado en Santo Domingo Norte.
Las autoridades policiales indicaron que la víctima se encuentra fuera de peligro, mientras que el agresor fue entregado a los agentes del orden por sus familiares.

En estos casos los nombres de los involucrados se omiten por razones legales, como lo indica la Ley 136-03 sobre el sistema de protección de los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes.
Otro caso preocupante que se hizo viral fue el de una maestra que fue agredida con una silla en la cabeza. Los estudiantes, que se presume pertenecen al Liceo Juan Bosch, en El Almirante, Santo Domingo Este, sin medir las consecuencias colocaron la butaca sobre la puerta para que le cayera encima a quien entrara.
El vídeo muestra cuando la profesora abre la puerta y recibe el golpe de la silla sobre la cabeza. Al ver la acción, los estudiantes salieron del aula asustados.

Los vídeos de peleas entre estudiantes en los que se incluyen armas blancas circulan con demasiada frecuencia en las redes y, en muchos casos, se puede ver a adultos grabando y apoyando las riñas.
Estas prácticas, que empiezan a constituirse en hechos cotidianos, no solo preocupan a las autoridades educativas, sino también a la sociedad en general que aboga por acciones concretas que pongan coto a la violencia estudiantil.
Los maestros. Ante tales casos los maestros se sienten inseguros, por no contar con los mecanismos necesarios para hacer frente a la ola de violencia que pone en peligro la vida de los estudiantes e, incluso, las de ellos mismos.
Directores, profesores y técnicos escolares se quejan por la flexibilidad de las normas con que se rige el sistema educativo dominicano, planteadas en el manual para la Convivencia Armoniosa en los Centros Educativos Públicos y Privados.

La alarma. El caso más lamentable que despertó la alerta de la sociedad ocurrió el pasado 25 de abril, cuando una estudiante de 12 años mató a otra de 11, al salir de una escuela en los Girasoles de Santo Domingo Oeste.
El lamentable caso causó conmoción en la sociedad, especialmente cuando se dio a conocer que la menor no podrá guardar prisión ni ser sancionada penalmente y sólo podría ser incorporada a programas de educación, según lo establecido en el Código del Menor.
En ese sentido, organizaciones que defienden los derechos humanos, la niñez y la familia abogaron por una revisión del Código del Menor.

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