Los acueductos con defectos de origen

Los acueductos con defectos de origen

Para los tiempos de grandes aguaceros con la creciente indomable de los ríos, en donde a sus orillas o en sus lechos se ubican las tomas directas de los acueductos, son las estructuras que más sufren las embestidas de las aguas desbordadas. Esas crecidas son calamitosas para esas vulnerables tomas directas en los cursos de agua y ocasionan severos daños a la población que se surtía del agua potable de ese acueducto malogrado.
Los organismos encargados de la operación y administración de los acueductos confrontan serios problemas cada vez que ocurren grandes crecientes en los ríos de los cuales se surten los acueductos. Por lo general se afectan las tuberías que quedan al descubierto y se parten. Las estructuras de la obra de toma se taponan con troncos y piedras pero muchas resisten el embate de las aguas embravecidas de los ríos en crecida. Pero otras colapsan fácilmente por el descuido en su diseño y ubicación inadecuada sin la debida protección.
El diseño y ubicación de las obras de toma de los acueductos dominicanos deja mucho que desear. Su fragilidad se pone de manifiesto en cualquier creciente que experimente el río que sirve de alimentador a la población más cercana. Ya con la experiencia del cambio climático y sufriendo en carne propia los destrozos por crecientes inusitadas de los ríos como nunca la habían experimentado en el pasado, obliga a los diseñadores de acueductos prever medidas adicionales para proteger hasta donde se pueda esas costosas obras de toma y por ende las plantas de tratamiento del agua cruda antes de enviarla por las tuberías de alimentación a la población cercana.
La costumbre local era acudir a la solución más cómoda y rápida que era construir un dique de poca altura a todo el ancho de lecho del río para con un colector el agua iba a parar a un tanque sedimentador y filtración y con su tratamiento primario enviarla por la tubería matriz para distribuirse en el sistema de redes de distribución de la población.
Otra solución de toma directa es mediante compuertas instaladas en una sólida estructura de hormigón para darle paso al agua directa del río que conducida por una tubería matriz se lleva a la planta de filtración y tratamiento. Es una toma directa en una orilla del río que recibe el embate de todo lo que arrastraría el río en sus crecidas periódicas y por ende ocasionaban los taponamientos de todo tipo de materiales desde rocas hasta grandes troncos de árboles arrastrados por las corrientes.
Para ese tipo de toma y en las obras futuras es necesario una protección externa de manera que el agua no impacte directamente a las compuertas. El arrastre que lleva el agua descontrolada se detendría a unos diez metros mediante una serie de espigones-columnas hincados y soportados con pilotes. Por sus dimensiones aseguraría la durabilidad y resistencia a las aguas embravecidas del río descontrolado. Tal estructura estaría por encima del nivel de agua máxima de creciente calculada u ocurrida y hasta previsto por el desafío del cambio climático.
Los acueductos que más sufren embates perjudiciales son los que alimentan el Gran Santo Domingo cuyo abastecedor originario era el río Haina y sus afluentes el Isa-Mana y el Duey. La toma del Isa fue construida en tiempos de Horacio Vásquez, después de la desocupación norteamericana de 1924. Rindió sus buenos servicios con su tubería de 30 pulgadas hasta 1946 cuando se construyó aguas arriba de Villa Altagracia la toma de Duey. Este acueducto se alimentaba por el lecho del río de aguas tranquilas por una galería de infiltración. El agua llegaba por una tubería de 36 pulgadas hasta el tanque de almacenamiento donde actualmente están ubicadas las oficinas de la CAASD. En 1963 durante el gobierno del profesor Juan Bosch y para enfrentar la escasez de agua se quiso aprovechar parte de la línea de 48 pulgadas que vendría desde la futura presa de Valdesia con la instalación de un campo de pozos cerca de Manoguayabo, cuyos trabajos se efectuaron durante los sucesos bélicos de 1965. Ese acueducto entró en operación en julio de 1966. Ya no existe el campo de pozos ni la galería de infiltración pero sí existe la toma directa en el Haina que aprovecha la tubería de 48 pulgadas colocadas hace 52 años. Tiene los inconvenientes de quedar cada vez fuera de servicio con las grandes crecientes del río como las ocurridas el mes pasado.

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