POR LLENNIS JIMÉNEZ
Alrededor del 70% de las plantas potabilizadoras están en mal estado por lo que la calidad del agua que consume la población es inadecuada, reveló un estudio dado a conocer por la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El análisis reveló además que la cobertura de control de calidad está por debajo de 30%.

La representante de la OPS, Sobeida Perdomo, reveló el análisis a los acueductos que opera el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) en una reunión con funcionarios del organismo.

Les informó que los procesos de tratamiento de agua son incorrectos y son pocos o inexistentes los controles de tratamiento de agua.

Perdomo dijo que además están abandonados los sistemas de tratamiento de aguas residuales, porque el gasto de inversión para intervenirlas es alto por lo que normalmente no se hace.

«Se considera que invertir ocho millones solamente para dragar los lodos de una lagunas es mucho dinero y con ese dinero se pueden hacer dos acueductos más», dijo Perdomo al explicar el diagnóstico a los subdirectores y funcionarios en el salón Tito Cairo de INAPA. Perdomo dijo que normalmente se abandonan las plantas potabilizadoras cuando presentan problemas y que estas se deterioran fácilmente debido a que los controles operacionales son muy pocos. Señaló que además los sistemas de control de calidad están desactualizados, porque con los controles sanitarios es que se mide la calidad del agua servida.

«Debe haber un control para saber qué potabilidad o qué riesgo están corriendo las personas que reciben esa agua», afirmó la representante de la OPS. INAPA, dijo, opera más de 400 acueductos en el país.

Perdomo manifestó que, sin embargo, las corporaciones de acueductos tienen una alta cobertura de calidad en las zonas urbanas.

Explicó que también INAPA dispone de controles en sus sistemas urbanos. «Pero si vamos a la parte rural no. Lo mismo pasa con las otras instituciones».