Los acuerdos como vías de solución

Los acuerdos como vías de solución

Si en una encuesta  le preguntaran a la gente, perredeístas o no, sobre la conveniencia de establecer un  acuerdo entre las partes en conflicto en el PRD,  seguro que la mayoría daría una respuesta positiva, porque eso es lo que ha venido demandando, y lo que de alguna forma ha llevado desaliento a mucha gente que pierde las esperanzas de llegar al poder, pues los mismos dirigentes, incluyendo sus máximos líderes se encargaron de sentenciar que solo unidos pueden ganar elecciones.

 Y cuando hay  conflictos de cualquier índole, una de las mejores recomendaciones que se hacen incluso en derecho, es la de buscar acuerdos entre las partes. En los matrimonios, las empresas, dondequiera que hay desacuerdos. Pero los acuerdos se logran reuniéndose, hablando, pactando. Poniendo sobre el tapete los aspectos que dificultan   la solución. Sobre todo en materia política,  cuando las partes toman conciencia de que   por vía de la confrontación, sus aspiraciones se alejan.

 Lo que ocurre en el PRD de alguna manera tiene efectos  en el resto del país, y tratándose de un partido amigo,   que por demás no es propiedad exclusiva de sus dirigentes, lo ideal sería un  acuerdo previo, no importa si se  califica de “aposento”.  Que no ocurriría así, si lo acordado es sometido a los organismos  con poder para tomar decisiones. 

Podría serlo, o que existieran razones para que se le ponga el  apellido  de “aposento”, si las partes en  conflicto llegaran a acuerdos  al margen de los organismos con poder de decisión. Que  pretendieran hacer acuerdos violatorios o que  impusieran decisiones por encima de los organismos superiores.

 Pero si  se trata de ponerse de  acuerdo en  los aspectos que han creado las dificultades para luego llevarlos a los organismos competentes, no deberían existir razones para  prejuzgar.

 Lo que corresponde es demandar  que todo sea sometido de acuerdo a lo que establecen sus estatutos.

Porque  precisamente lo que los perredeístas, pero también  parte de la sociedad  demandan, es la búsqueda de una solución al conflicto que arrastra dicha organización, agravado durante los últimos dos años, pero cuyas  desavenencias vienen de  años atrás.

Si el problema que ha arrastrado el PRD y que probablemente le costó el poder, sin  establecer  grados de responsabilidades, fue precisamente que no pudieron juntarse  y  ahora se  dan cuenta de que fue un error y quieren enmendarlo, lo prudente sería estimular ese paso,  exigiendo que dichos acuerdos sean conocidos y sometidos a sus organismos competentes.

Corro el riesgo de que mi opinión pueda ser malinterpretada por dirigentes y amigos respetables que se han pronunciado contra los “acuerdos de aposento”;  sin embargo  aclaro, que  respeto su posición de que los organismos competentes  refrenden toda decisión.

Pero además aprovecho  para  recordarles, que como las convenciones por si solas en el PRD lamentablemente no han logrado acuerdos ni tampoco soluciones, sería saludable que primero se pongan de acuerdo en lo que les van a presentar a dichos organismos para evitar mayores complicaciones.

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