La falta de hierro en el organismo puede dar lugar a sufrir malhumor, cansancio, debilidad, dolor de cabeza, problemas de concentración… De hecho, estos son los primeros síntomas de anemia ferropénica (anemia por falta de hierro) a los que se les van añadiendo otros como uñas quebradizas, caída del cabello, palidez, vértigos o mareos, entre otros.

Aunque las causas pueden ser diversas, la más habitual es la falta o escasez de hierro en nuestra alimentación. Por lo que que es importante incluir en nuestra dieta alimentos ricos en hierro; como carnes rojas, hígado, pescado (sardinas, pescadilla…) y, sobre todo, crustáceos (mejillones, almejas, berberechos…) para conseguir el aporte de hierro que necesita nuestro cuerpo para funcionar correctamente. Además, combinarlos con otros ricos en vitamina C, pues ésta favorece la absorción del hierro.

A pesar de que la sabiduría popular suele colocar a las lentejas como uno de los alimentos que más hierro aporta, lo cierto es que son muchas las especies que figuran en el top ten de los alimentos ricos en hierro, como se aprecia en el cuadro de la Sociedad Española de Nutrición.

Según la Base de datos de la Sociedad Española de Nutrición algunos de los alimentos con mayor cantidad total de hierro son los siguientes:

Vísceras. El hígado de carne vacuna, así como la morcilla elaborada a base de sangre roja, son excelentes fuentes alimenticias de hierro, de fácil absorción. Estos alimentos proporcionan tanto hierro, por la sangre de origen animal que contiene hemoglobina, lo cual provee un hierro listo para ser absorbido.

Almejas. Para sorpresa de muchos las almejas contienen alrededor de 24mg de hierro por cada 100 gramos, lo cual representa más de lo que necesitamos a diario (8mg los hombres adultos y 18mg las mujeres en edad fértil).

Cereales integrales. Los cereales que nos ofrece el mercado hoy en día son muy ricos en hierro debido a su fortificación y mantenimiento en la corteza del grano, su contenido oscila entre los 7 y los 12 mg por cada 100 gramos de producto.

Legumbres. La soja en grano así como la lenteja, son las leguminosas con más contenido en hierro, ya que poseen 7 y 8 mg por cada 100 gramos, respectivamente. Su absorción es menor a la del hierro contenido en las carnes, pero sus nutrientes son ideales para prevenir anemias.

Vegetales verdes. Las espinacas y las acelgas contienen entre 3 y 4 mg por ciento de hierro de baja absorción, y además como sucede con las legumbres, son alimentos de bajo costo, y su composición puede beneficiar grandemente al organismo.