Los altos costos de las viviendas

Los altos costos de las viviendas

Aunque a propósito de la crisis financiera mundial en el país se han adoptado decisiones de índole monetaria para tratar de disminuir  el precio  de las viviendas de interés social, la realidad indica que sus altos costos prevalecerán por mucho tiempo. Los precios de los materiales y los costos acumulados de financiación terminan siendo una carga que no disminuye con los incentivos creados. Generalmente un proyecto habitacional tiene varios rangos de financiación, que van desde la toma de créditos para la adquisición de los terrenos hasta la financiación del proyecto como tal, y esto, sumado al margen de rentabilidad del constructor, influye significativamente en los costos y los precios finales.

Parecería, pues, que además de los incentivos focalizados para beneficiar a los adquirientes de viviendas de interés social, se requieren medidas adicionales que influyan directamente en los costos de la construcción. Las medidas adoptadas son buenas, pero su influencia mínima en los costos de construcción recarga el precio que debe pagar el adquiriente. En cuanto a incentivar la construcción de viviendas de interés social, es necesario  estudiar más a fondo la composición y naturaleza de las variables que componen los costos de la construcción para adoptar medidas, además de las de corte fiscal ya adoptadas, que influyan en su reducción.

Nunca será suficiente

Si algo debe lamentar este país es  que circunstancias históricas perversas impidieran que el profesor Juan Bosch pudiese desarrollar el proyecto institucional moralizante que inició con el triunfo electoral del 20 de diciembre de 1962, basado en los principios que adornaban su pensamiento político. Recordar a este líder y dedicar homenajes a propósito del primer centenario de su nacimiento es una manera de valorarlo merecidamente.

En la época en que fue interrumpido el proyecto político de 1963, y mucho menos ahora, pocos políticos dominicanos han guardado semejanza con las dotes morales de Bosch y con la visión que  él tenía para comprender la realidad social dominicana y diseñar las estrategias necesarias para modificarla. Por eso, ningún homenaje de recordación será suficiente, sobre todo si no incluye un compromiso formal de rescatar y poner en práctica principios que, según parece, se fueron con Bosch a la tumba.

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