Las injusticias, inequidades y abusos de este sistema son muchos, pero entre estos hay algunos que provocan indignación y rabia en quienes tenemos sensibilidad social, por la indefensión de los afectados.
Me refiero a los ancianos pensionados del gobierno a quienes se les despoja, automáticamente son puestos en retiro, del seguro de salud, justo en el momento que más lo necesitan.
La mayoría percibe la miseria de 5 mil pesos mensuales que no les alcanzan ni siquiera para comer y mucho menos para cubrir los gastos médicos y medicinas que por vejez y enfermedades, tienen que enfrentar.
Esta patética situación obliga a los aún empleados a mantenerse aferrados a sus cargos a tal punto que hay más de 10 mil servidores públicos que califican para pensión, por edad y enfermedades, que se resisten a ser jubilados.
Ante tanta indiferencia oficial uno se pregunta: ¿cómo es posible que se permita semejante situación en un país donde se dispendian tantos recursos en salarios de lujo y privilegios a funcionarios, políticos, congresistas, alcaldes y hasta regidores?
Es triste pasarse 25, 30 y hasta más años cumpliendo día tras día con un trabajo de 8 horas diarias, laborando con honradez y dedicación para al final ser abandonado por el Estado.
Por eso, saludamos la iniciativa del presidente del Consejo Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), Rafael-Pepe-Abreu, de elevar un recurso de amparo pidiendo la modificación del sistema de seguridad social para que los pensionados no sean privados de sus seguros de salud.
Esperamos que el Todopoderoso ilumine a los miembros del tribunal que sea apoderado de la referida instancia para bien de tantos ancianos desamparados ante la indiferencia oficial.