Los apagones de ocho a veinte horas se han extendido por todo el territorio nacional, provocando que los propietarios de negocios se quejen de las pérdidas que les provoca la falta de energía eléctrica.
Dueños y empleados de colmados, farmacias y centros sanitarios manifestaron, al ser consultados por reporteros de HOY, que están destinando demasiados recursos para la compra del combustible para sus plantas de emergencia. Peor aún es que no pueden hacer nada para evitar que se dañen algunos productos de su inventario.
En cuanto a la generación de ayer, a las cinco de la tarde se pudo verificar que el sistema contaba con 869 megavatios. Como la demanda era de 1,457 megavatios, hubo un déficit de 634.7 megavatios.
Las plantas más importantes que están fuera del sistema son las Cogentrix II y III, AES Andrés, Los Minas V y VI y las unidades del parque Itabo.
Las que están conectadas son las del parque de EGE Haina, que está aportando 115 megavatios; Metaldom, 40.2 megavatios; Empresas Hidroeléctricas, 128 megavatios; Palamara, 49.7 megavatios; La Vega, 54.9, megavatios; Smith, 104.4 megavatios; Cogentrix I, 97 megavatios; Estrella del Mar, 73.5 megavatios; Estrella del Norte, 36.3 megavatios; Monte Río, 93.9 megavatios; y la Compañía Eléctrica de Puerto Plata, 36.5 megavatios.
[b]ZONA METROPOLITANA[/b]
Los usuarios del servicio eléctrico continuaron quejándose de los extensos cortes que se verifican en los distintos sectores del Distrito Nacional y los municipios de la provincia Santo Domingo.
En lugares como Bella Vista, Urbanización Real, Los Restauradores, El Millón, Naco, Ensanche Julieta, La Esperilla, Ensanche Paraíso y San Carlos se reportaron apagones de entre 9 y 11 horas diarias. En otros, como el Evaristo Morales y Gazcue, hay interrupciones de 12 a 14 horas. Menos castigadas, las zonas de Honduras y Piantini tienen cortes de energía de 6 a 8 horas diarias.
En Sabana Perdida, Villa Mella, El Almirante y Marbella III los apagones son de 20 y 22 horas diarias, lo que ha hecho que los moradores teman por su integridad física.
[b]ZONA SUR[/b]
Baní, San Cristóbal y Yaguate son algunos de los puntos más críticos de la zona Sur: en la mayoría de los sectores apagones son de 18 a 20 horas.
«Aquí en la provincia de Baní no llega la luz. Yo estoy trabajando con dos plantas: una de doce kilos y una de cuatro kilos. Cuando apago una, prendo la otra. Son RD$900 diarios de gasolina, es duro», afirmó Guadalupe Linares viuda Mejía, propietaria de la Farmacia Sandra, en sector de El Mercado.
En el Colmado Juan Goyo, de Baní, han tenido que dejar de vender los productos que más se dañan. «Hemos dejado de vender queso blanco y algunos embutidos. Los que son más resistentes, como el salami y el jamón, lo hemos seguido trabajando pero limitando la compra», dijo el dueño, Franklin Pimentel.
Yeimi Genao, vendedora y cajera de la Farmacia Samuel en San Cristóbal, aseveró que están enfrentando inconvenientes con las medicinas que necesitan refrigeración.
En la zona de La Bombita, de Azua, los apagones van de 10 a 12 horas, mientras que en La Cuchilla aseguraron que son de 22 horas. «Con una y dos horas al día de luz se dañan los embutidos y todas las cosas así. Por la noche uno no puede dormir. Para colmo, la planta del negocio no lo prende todo y por eso tenemos muchísimos problemas. Es duro cuando vienen a comprar una cerveza, un refresco o un agua y el cliente lo encuentra caliente», señaló Paúl Montero, vendedor.
Más suerte tienen los vecinos que viven cerca del Hospital Simón Stridels, donde tienen cortes de energía de cuatro horas, según confirmó Cleidy López, interna del centro hospitalario.
En el Hospital Jaime Sánchez, del Batey Central de Barahona, el servicio que ofrecen a los pacientes no es el mejor: tienen que gastar demasiados recursos en combustible a causa de los apagones que duran de 8 a 12 horas.
Para los ciudadanos, sin embargo, hay una preocupación mayor: la delincuencia ha aumentado a causa de la oscuridad. «Cuando la luz se va en la ciudad entera uno está con miedo porque ahí es que los ladrones se aprovechan. Aquí hay una delincuencia y una ola de mosquitos terrible», denunció Adelina Moreta.
Las amas de casa, por otra parte, sostienen que se les dañan las cosas que tienen en la nevera y no pueden cumplir con sus tareas domésticas, tal como expresó Joselín Félix, de Barahona.
En Alto Velo las cosas están mejorando: al menos cuentan con 15 horas de servicio energético. «Aquí no había luz por nada, hasta una hora nos daban. Ahora está mejor», aseguró doña Eva Carrasco.
En San Juan de la Maguana las interrupciones son más leves: de ocho horas diarias. La falta de energía, además de entorpecer las labores cotidianas, obligan a los propietarios de colmados a tener que botar la carne y los embutidos que se les estropean, según afirmó Carmen Villegas, dueña del Colmado Villegas.
[b]ZONA NORTE[/b]
Muchos barrios de Santiago están recibiendo seis horas intercaladas de servicio energético y apagones, indicó Nicolás Minaya, propietario del Colmado Minaya.
Pedro Salcé, empleado de la Farmacia Alialy, sostuvo que en la zona de La Joya, Santiago, sólo tienen tres horas diarias de energía.
En Nayabo, Salcedo, los apagones son de 20 horas. Frecuentemente se producen altos voltajes que dañan los equipos eléctricos de las residencias, tal como se quejó doña María Jiménez.
Con apagones de 11 horas diarias, en Constanza están aliviados porque al menos cuentan con electricidad en horas de la noche. Así lo afirmó Teresa Aquino, empleada de la Farmacia San José, quien explicó que la luz se va a las 8:30 A.M y regresa a las 7:00 P.M.
En La Vega, por otra parte, los apagones son más extensos. «La cosa está triste, la luz no está llegando. Lo grande es que uno la está pagando igual. Aquí sólo llega una hora, hora y media y a veces dos horas», argumentó Teresa Abreu, administradora.
[b]ZONA ESTE[/b]
En la mayoría de las provincias de la zona Este los apagones tienen una duración de al menos 14 horas diarias, lo que hace que las amas de casa enfrenten constantes contratiempos.
En Andrés, Boca Chica, por ejemplo, las interrupciones de la energía son de 20 horas diarias. «Anoche, por ejemplo, la luz se fue a las diez de la noche y regresó hoy, a las dos de la tarde. Eso entorpece todas las actividades cotidianas», señaló Alberto Durán.
En el sector I, ubicado en San Pedro de Macorís suelen tener al menos 14 horas diarias de apagón. «La falta de luz lo afecta todo. Hay mucho calor, uno no puede hacer absolutamente nada», expresó Angel Oviedo.
En La Romana, finalmente, las cosas también están mal. «La situación está malísima. La luz se fue a las seis de la mañana y no ha vuelto. Cuando se va dura 12, 13 y 14 horas en llegar y después la mandan por dos y tres horas. Tenemos dos meses en eso», expuso Damaris Gil, vendedora de la Farmacia Dinorah, que está ubicada en el centro de la ciudad.