La falta de agua potable y la delincuencia se han incrementado en los sectores que conforman el Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, donde los establecimientos que prestan servicios de  atención primaria en salud trabajan con precariedad, lo que sus moradores atribuyen a la falta de energía eléctrica.

En sectores como Los Restauradores, San Juan Bosco, Las Flores y Los kilómetros,  de la carretera Sánchez,  además de Los Alcarrizos, Herrera, Cristo Rey, Villa Juana, Villa Consuelo, Villa Francisca, 27 de Febrero, Simón Bolívar, Capotillo, Las Cañitas y otros de la zona, confrontaban ayer dificultades para conseguir el agua potable.

El agua, que no llega con seguridad a esos lugares, se ha tornado más difícil, ya que hay que subirla con las  denominadas bombas (ladronas), que para funcionar necesitan de energía eléctrica. La misma situación expresaron habitantes de Los Guarícanos, Villa Mella, Sabana Perdida, Los Mina, Villa Duarte, Los Tres Brazos, en la provincia Santo Domingo, lugares que padecen de sequías aunque haya 24 horas de luz.

En cada uno de los lugares mencionados se denunció el incremento de la delincuencia, que ahora se esconde en la sombra de la oscuridad para cometer sus acciones.

Por  falta de  energía, los dispensarios médicos que funcionan en diferentes zonas han tenido que comprar neveras que funcionan con gas, para evitar que se dañen las vacunas debido a elevadas temperaturas.