Bajo la presidencia del republicano Herbert Hoover, el 17 de mayo de 1930 se elevaron unilateralmente los aranceles a bienes importados en los Estados Unidos, para mitigar los efectos de la Gran Depresión que se había iniciado un año antes, en 1929. Fue lo contrario, los empeoró, para los historiadores económicos causa de la brusca desviación de la economía estadounidense de la senda de crecimiento, que dejara atrás los “felices años veinte” de prosperidad económica sin precedentes.
Lo anterior viene a cuento porque el nacionalismo económico “América First” de Trump no es, como cree, un juego de suma cero, que gana los Estados Unidos y pierde el resto del mundo. En los treinta los Estados Unidos y el mundo perdieron flujos de comercio, capital y crecimiento.
La ofensiva arancelaria que aplica Trump con motivos relacionados o no con el comercio internacional, junto a deportación masiva de inmigrantes, los resultados serán perniciosos para la economía de Estados Unidos y mundial, regreso de la inflación, aumento de los tipos de interés, caída del crecimiento y desempleo. Y mayor los efectos en economías en desarrollo.
La historia económica nos cuenta que acumulado el volumen del PIB estadounidense aumentó 23% entre 1923 y 1929, anual 3.3%, y entre 1930 y 1933 acumulado perdió dos puntos porcentuales más, 25%, anual 6,3%, de lo que ganó en “los felices años veinte”.
Brutal fue el impacto directo e indirecto de los aranceles de Hoover en la economía dominicana, basta decir que de acumular un crecimiento de 6.37%, anual 0.91%, entre 1923 y 1929, pasó a perder cuatro veces más lo que había ganado, acumulado el volumen del PIB desinflo -27.45%, anual -6,86%, entre 1930 y 1933. El ciclo recesivo duro cuatro años, hasta 1933, en 1934 la economía de Estados Unidos creció 10,8% y 13.1% la de República Dominicana, las elevadas tasas en buena medida por “efecto base” o “efecto estadístico”, porque un año antes, en 1933, la primera decreció -1.3% y más de seis veces la de República Dominicana, hasta-8.14%.
No estoy diciendo que los hechos históricos contados serán reproducidos por la escalada arancelaria de Trump, la economía mundial actual no es la de aquellos tiempos, ahora tiene mayores mecanismos de autodefensa, pero lo que no tiene discusión es que los aranceles de Trump reducirán la demanda global y su ofensiva comercial será imitada por todos los países, para proteger la producción nacional, lo que reducirá el comercio internacional de bienes y el crecimiento del PIB mundial.
Lo que sería lamentable, el mundo viene de la muy buena experiencia de que, después de truncarse abruptamente el avance de la economía global en 2020 por la crisis sanitaria Covid-19, el balance que siguió y continua es una historia de éxito, aunque los pronósticos del FMI y Banco Mundial coinciden en que el crecimiento mundial no será constante, que tendrá recesiones y fases de expansión, lo importante es que se estima el PIB real se multiplicará en términos neto, también los empleos productivos. Sobre el avance de la economía dominicana, será notablemente superior al del resto de los países de América Latina y el Caribe, y como nuestra población total crece 0.8% anual, permitirá aumente el PIB per cápita y que la pobreza continúe tendencia descendente (Las estadísticas históricas citadas y analizadas sobre la economía dominicana tienen como fuente mi libro “Crecimiento Económico Dominicano. Evolución del PIB y de los ingresos del Fisco, 1844-1950”).