La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, Mormones, tiene microfilmadas actas de nacimientos, bautismos, matrimonios, divorcios y defunciones de casi todos los dominicanos para cumplir con la responsabilidad de salvar a los antepasados que no conocieron la palabra de Dios.
Tenemos nuestras propias creencias que nos llevan a hacer investigaciones genealógicas ya que a través de las revelaciones tenemos mandamientos, entre ellos localizar a nuestros ancestros para realizar una Ordenanza que se lleva a cabo en un lugar que para muchos es exuberante, por su hermosura, pero que tiene un significado muy espiritual, y es el templo de Santo Domingo en la avenida Bolívar, reveló Alfredo Lee quien ocupa la importante posición de Autoridad Setenta de Área cubriendo el Caribe y el Sur de los Estados Unidos de Norteamérica.
Los Mormones, significó, son la institución número uno en lo que tiene que ver con historia y templo, ustedes le llaman genealogía, nosotros así porque es vista desde la óptica eclesiástica, agregó frente a los miembros del Instituto Dominicano de Genealogía en una conferencia titulada: Los Archivos Genealógicos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en la República Dominicana.
Dijo que su iglesia invierte en la investigación considerables recursos humanos y económicos para que la recolección de datos alrededor del mundo se pueda llevar a cabo. Los rollos microfilmados están resguardados en una gigante edificación que definió como Bóveda de granito para preservar la historia de la humanidad. Hay copias fuera, como las que tenemos en los centros de historia familiar que se han distribuido en diferentes localidades. Si se produce un cataclismo en el ámbito mundial, como una guerra al estilo Hiroshima, el material no será afectado ya que las bóvedas están diseñadas con una sólida estructura, puertas blindadas, ambientes con generadores de emergencia y todo lo necesario para su preservación, según Lee.
Difícilmente haya sobre la faz de la tierra otra institución que tenga esa capacidad, no se escatiman esfuerzos ni recursos para lograrlo, agregó. Manifestó el superior religioso que los Mormones realizaron el registro con la autorización de la Junta Central Electoral y de la Iglesia Católica, y al final se entregó copia a sus representantes del material microfilmado en sus libros. Del acervo depositado en la Junta, sin embargo, no se conoce el destino, según informaciones del Instituto genealógico. Los Mormones cuentan con diez centros de Historia Familiar, en la República, con equipos básicos para la lectura y conservación de las películas y permite el alquiler de forma temporal o indefinida desde cualquier parte del mundo porque la Iglesia tiene autoridad y ha recibido el permiso de la mayoría de las instituciones que han permitido utilizarlos como forma eclesiástica. Las facilidades, que deben canalizarse institucionalmente, tienen algún costo, pero no caro, explicó Lee.
La salvación de la raza humana está ligada a lo que es la genealogía. No podemos ser salvos sin nuestros antepasados, entonces, dentro de los templos hacemos Ordenanzas especiales por ellos. Creemos que el hombre, a diferencia de los demás seres de la creación, tiene algo muy diferente y es que fue creado a imagen y semejanza de Dios, y desde Adán se ha llevado una genealogía que podemos encontrar en la Biblia: la genealogía de Jesucristo. Es necesaria esta historia para salvar a la humanidad, dijo Lee.
Significó que hay una resurrección que ha sido profetizada y refirió el pasaje de la mujer presentada al Señor, quien había enviudado de siete hermanos y le preguntaron de cual de ellos sería la resurrección. De ninguno, si no ha cumplido con las ordenanzas que son las de reparar esa actuación. O sea, que nosotros no solamente aceptamos y creemos en el matrimonio por la ley civil, tenemos lo que es el matrimonio por el tiempo de las eternidades, por una persona debidamente autorizada con el poder para hacerlo. Eso se realiza en los templos como el que está en la avenida Bolívar, es algo muy especial, muy diferente a lo que tal vez las personas puedan comprender, pero nosotros creemos en ello.
[b]EL PATRIMONIO[/b]
Víctor Arthur es perito industrial en electricidad, pero su pasión es el estudio de su historia familiar. Por esa razón, al descubrir que los Mormones son los que poseen, en el mundo, la mayor cantidad de información genealógica guardada en microfichas, realizó una intensa labor para obtener la referente a sus ancestros. En esa búsqueda pudo establecer el inventario de los dominicanos registrados por la Iglesia, en cuya colección existen ochocientos cuarenta rollos de microfilmes dedicados al país, trescientos sesenta y seis de la Iglesia Católica y cuatrocientos setenta y cuatro del Estado Civil.
Con increíble acuciosidad elaboró una lista de toda la información recabada por los Santos de la Iglesia de Jesucristo de los Últimos Días y movido por la pasión del investigador histórico, obtuvo más de los rollos de su interés porque no escatimó cumplir con ningún trámite, uno de ellos viajar a Francia, donde se encuentran los archivos haitianos. Debió acudir al Ministerio del Exterior, llevar cartas, traductores, acreditaciones y gracias a sus gestiones y el auspicio de don George Arzeno Brugal, logró para el Instituto, al margen de lo suyo, ese patrimonio que ni siquiera está en Haití.
El ingeniero no sólo conserva alrededor de 50 rollos de películas que le interesaban sino una copiosa documentación del uso que hacen los mormones de este material, recabado en el mundo. Gracias a Dios que lo realizaron aquí, porque se está destruyendo todo, nosotros, como país, no estamos haciendo nada, ellos querían rescatar lo más antiguo, hasta 1930, y comenzaron desde libros tan viejos que datan de 1580. Aunque tengo otra profesión de fe, reconozco que esta gente hizo algo de valor. Si no lo hubieran hecho ellos ¿quién? Cuando el Estado o alguna institución hubiesen tomado consciencia de que debían efectuarlo, los libros no estarían en condiciones, manifestó Arthur.
Dijo que cuando los investigadores llegaron a 1930, pensaban que encontrarían la documentación mejor conservada, pero no, hay libros que no existen, se destruyeron, el papel del siglo pasado era más fuerte que el del antepasado, entonces encontraron libros del 1800 bien preservados y de 1930, 1940, completamente deteriorados, sobre todo por el uso.
Los Mormones exigen que la solicitud para obtener los rollos sea canalizada por una institución, más cartas autorizadas de los custodios, en el caso nacional la Iglesia Católica y la Junta, más el dinero correspondiente, en dólares. Al cabo de unas semanas envían los microfilmes en resistentes cajitas de cartón. A través de la historia de estas cintas vas a hojear un libro de bautismo, vas a encontrar explicaciones de muchas personalidades, todo virgen, como está en el acta original, con letra y puño del sacerdote o del escribiente, que tenía que construirla completamente, sin fórmulas prediseñadas, comentó Arthur, entusiasmado por propiedad tan valiosa.
Reveló que él y su pariente Luis Arthur fueron autorizados a buscar los microfilmes donados a la JCE y llegaron a encontrar las cajas completas, ahora desaparecidas. La Junta del Distrito, comunicó, comenzó a digitalizar desde 1984, porque su interés es lo vivo, el momento y anunció que los Mormones trabajan ahora en el Archivo General de la Nación, porque hay documentación que temen se pierda. Lee reveló que esta documentación del Archivo está en avanzado estado de deterioro, y tal vez sea muy difícil volver a recuperarla, pero ya, gracias a este microfilm, tenemos la oportunidad de preservarla.
Víctor Arthur detalló las catástrofes mundiales y locales que motivaron a los Mormones a iniciar las microfilmaciones y preservarlas, se confesó católico, pero dijo sentir un gran respeto por esta gente. Si no hubiesen hecho estos registros, los perdemos. Hay libros que ellos microfilmaron que no existen ya ¡del 84 al 2003 desaparecieron! Tengo un gran agradecimiento por esta Iglesia, para mí, preservar un documento es muy importante, ellos lo hacen por su fe, su religión, yo por genealogía.
Con evidente satisfacción exclamó: ¡Aquí está la historia de la República Dominicana, la verdadera, aquí estamos todos. Sin esto el país no existe.