Los artistas están dotados de una sensibilidad especial y por eso reaccionan de diferentes formas ante las circunstancias que se presenten, sean positivas o negativas; personales o colectivas. Y es natural que proyecten esos sentimientos en sus creaciones.
Basta recordar que Pablo Picasso pintó “Guernica”, una de sus obras maestras, a raíz del bombardeo a la ciudad del mismo nombre, durante la Guerra Civil Española en 1937.
Hoy que el mundo está viviendo la realidad del coronavirus, hemos conversado con algunos de nuestros creadores para saber de qué manera les ha afectado esta pandemia y la repercusión que ha tenido en su trabajo.
Elsa Núñez. Está viviendo momentos muy tristes y se refugia en la oración y en sus pinceles. Ha producido tres obras con un mansaje de esperanza: Una mujer dormida cuyo título es “Duerme tranquila, el Señor tiene el control”. Otra obra, distinta, de atmósfera angustiante, donde la figura proyecta tristeza y desolación, pero hay dos astros esperanzadores, y una tercera pintura en la que una luz resplandeciente envuelve a una mujer que simboliza la Madre Tierra.
“Esa luz también lleva el mensaje de que lo que estamos viviendo a nivel mundial por el coronavirus, va a desaparecer por mandato divino” –dice Elsa.
Amaya Salazar. Pensó que como trabaja en la casa, seguiría con la misma rutina, pero: “error, enseguida empecé a notar que el ambiente se sentía diferente; el silencio, el temor a todo esto desconocido…, aunque yo empezaba como un día normal, lo que pintaba era con torpeza y los resultados no eran los mismos”, –señala la conocida artista plástica.
Optó por dibujar, ya que esa es su mejor disciplina en los momentos áridos. Ahora ya se ha vuelto a conectar con el trabajo y se da cuenta de que el mismo no refleja esos momentos vividos, porque “mi obra sale de dentro y si en mí hay determinación, metas, los logros para poder concluir ese trabajo, que tal vez empieza con dificultad, encuentran siempre el motivo para concluir con éxito”.
Mariojosé Ángeles. Esta pandemia viene a reafirmar algo en lo que está trabajando desde hace tiempo, que: “los microbios y las bacterias son el origen de la vida, son seres vivos y forman parte de la naturaleza y de la creación”. De ahí su planteamiento de que ellos “no son nuestros enemigos, son nuestros hermanos más pequeños”. Dice que, tal y como ha sucedido con otras epidemias, al final la única solución será la vacuna preventiva para las personas sanas, con la cual “nos haremos más fuertes y resistentes”.
Su idea es que debemos sacar la parte positiva de todo esto: “Sin dudas, la vida ha cambiado, somos un planeta más humano”, sostiene mientras sugiere que los gobiernos de la Tierra hagan énfasis en una vida sana física y espiritualmente.
Sus dibujos recogen el mensaje de hacer la paz con el coronavirus porque, a su entender, “es la única salida que tenemos, puesto que los virus y las bacterias son seres vivos y forman parte de la creación y de la naturaleza, y nuestro cuerpo físico ya convive con ellos”.
Yi-Yoh Robles. “Como artista y ser humano se siente muy sensibilizado y conmovido por los estragos de esta terrible pandemia. He llorado mucho por quienes han fallecido y por quienes están afectados y no tienen esperanza de sobrevivir”, – señala Yi-Yoh Robles.
Fruto de su preocupación creó una máscara a partir de una botella de refresco y ha mostrado cómo se prepara. Luego pintó “Encrucijada y encierro”, que muestra su concepción acerca del coronavirus.
Alma Vásquez. Para esta artista y maestra de arte el mundo está pasando por tiempos difíciles y pide un descanso, un volver a cultivar el amor, la fe, la esperanza, el reencuentro; a valorar los abrazos y conservar la naturaleza; los momentos de compartir todas esas cualidades que por solo por gracia divina obtenemos.
Su anhelo es que “volverá a florecer el rosal, volverán el canto de las aves y la alegría; que estamos más unidos que antes, que somos seres de luz, seguiremos luchando por un mejor planeta y reinará la armonía en nuestro hábitat, los bozales o cubre boca se irán y cesará todo mal”.