Los Azulejos de Toronto conformaron una escuadra con grandes características latinas, especialmente dominicanas.

En términos ofensivos, contaban con velocidad en las piernas de José Reyes y Emilio Bonifacio y poder con Edwin Encarnación y José Bautista.

El nombre de Melky Cabrera también apostaba a ser sonoro en materia ofensiva.

Sin embargo, una combinación de lesiones y un pitcheo desastroso acabó con las expectativas de los Azulejos, que terminaron ganando apenas 74 partidos en el 2013.

Para este año, las cosas vuelven a un lugar parecido y con la esperanza de que los bateadores se mantengan en salud y que el pitcheo pueda dar la cara para poder echar el pleito en la División Este de la Liga Americana.

Bautista es la principal fuerza ofensiva del conjunto. Jugando apenas 118 partidos por una lesión disparó 28 cuadrangulares y remolcó 73 carreras.

Los Azulejos esperan que pueda dejar sus últimas dos campañas de lesiones que lo limitaron a menos de 30 vuelacercas para que vuelva al promedio de 49 acumulado en 2010-11.

Edwin Encarnación se consolidó como un productor consistente al disparar 36 jonrones, con 104 empujadas, casi igualando su actuación del año previo.

Melky Cabrera (.279-3-30) y José Reyes (.296-10-37) se perdieron casi la mitad de la temporada con lesiones por lo que un 2014 sanos puede ayudar a cambiar radicalmente el panorama del club.

El pitcheo. Aquí es donde está el problema principal de los Azulejos.

Toronto pensó que el nudillista R.A. Dickey podía repetir su temporada del 2012 con los Mets, cuando ganó 20 partidos.

Pero en la Liga Americana el nudillo no funcionó tan bien como esperaban.

Su total de ponches se redujo en 53 y su total de boletos aumentó en 17, además de que sus números generales (14-13, 4.21) dejaron mucho qué desear.

Mark Buehrle (12-10, 4.15) y Brandon Morrow (2-3, 5.63) son complemento en la rotación, mientras que el dominicano Esmil Rogers parece ser el más prometedor de todos si se toma su actuación en el invierno como un parámetro.

El cerrador Casey Jannsen salvó 34 partidos y es un apagafuegos confiable.

Pero los Azulejos seguirán con sus problemas para competir en el Este y en la Liga Americana a nivel general porque su pitcheo en sentido general es muy débil y no puede contra las ofensivas que les toca enfrentar.