Los bancos centrales están alimentando mercado Ponzi

Los bancos centrales están alimentando mercado Ponzi

Scott Minerd, Chief Investment Officer, Guggenheim Partners speaks during the "Global Overview: Shifting Fortunes" lunch panel at the Milken Institute's Global Conference 2012 in Beverly Hills on April 30, 2012 in California. Also on the panel were Gao Xiqing, Vice Chairman and President, China Investment Corp.,; Eike Batista, Chairman and CEO, EBX Group; Barry Sternlicht, Chairman and CEO, Starwood Capital Group and Chris Viehbacher, CEO, Sanofi. AFP PHOTO/Frederic J. BROWN (Photo credit should read FREDERIC J. BROWN/AFP/GettyImages)

Scott Minnerd, director de inversión global en Guggenheim Partners, advirtió que «los bancos centrales están alimentando un mercado Ponzi».

Las valoraciones de los activos de riesgo son altas y el diferencial entre los bonos más seguros y los bonos de mayor riesgo es bajo por las fuertes inyecciones de liquidez, explica en una «Esto me recuerda la famosa observación del economista Hyman Minsky, quien afirmó que la estabilidad es inherentemente desestabilizadora. Es decir que largos períodos de relativa estabilidad en los activos de riesgo hacen que los inversores sigan aumentando el riesgo durante un largo período de calma», explica Minnerd en una carta a los inversores.

En última instancia, «esto lleva a lo que llamó un mercado de Ponzi (así funciona un esquema Ponzi), donde la única razón por la que los inversores siguen asumiendo riesgos es el temor de que los precios sean más altos mañana (o en el caso de los bonos, los rendimientos serán más bajos mañana)».

Minnerd cree que los indicadores adelantados y la confianza han mejorado por lo que la próxima recesión tardará más en llegar de lo que se había pensado en un primer momento.
Sin embargo, los desequilibrios que se atisban hoy en los mercados de deuda y acciones pueden tardar un tiempo en desmoronarse y hacer estallar el esquema Ponzi.

«La recesión claramente se pospuso hasta 2021 o quizás 2022. Sin embargo en el período previo a la recesión de 2001, el deterioro del crédito comenzó a evidenciarse tres años antes en 1998 a medida que aumentaban los defaults y los diferenciales de crédito», concluye la misiva. Llegará un momento en el que alguien empiece a retirar su dinero y toda la pirámide se vendrá abajo, según deja entrever este inversor en su carta.
Guggenheim Partners es una empresa financiera que opera, entre otras cosas, como banco de inversión y custodia más de 200.000 millones de dólares. Scott Minnerd es una de las personas más relevantes en la firma y su mensaje se ha publicado en la propia web de la firma.
Este experto asegura que se están produciendo un aumento de impagos, mientras que las empresas que sufren dificultades para cumplir con el pago de la deuda se han disparado.

«En última instancia, los mercados deberán cambiar el precio de este riesgo creciente con un aumento de los diferenciales de los bonos corporativos respecto a los del Tesoro. Sin embargo, ese día de ajuste de cuentas se está retrasando por la inundación de liquidez de los bancos centrales y los inversores internacionales que huyen de los tipos negativos en el extranjero», sentencia el gestor en la carta.

La calidad de los bonos corporativos en circulación difiere de forma importante respecto a otras épocas. En este ciclo, los bonos con calificación BBB (un escalón por encima del bono basura) suponen un 54% del total del mercado calificado con grado de inversión, frente al 30% de 2008. Este incremento de los bonos de baja calificación dentro del grado de inversión se ha producido a expensas de los bonos de mayor calidad AA y AAA.
Minnerd subraya que «en 2007 alrededor del 8% del mercado de grado de inversión era BBB- y hoy es del 15%. Además, el tamaño se ha quintuplicado, pasando de 800.000 millones de dólares a 3,3 billones. Esperamos que entre el 15 y el 20% de las BBB caían a ‘bono basura’ (high yield) en la próxima ola de rebajas: esto equivaldría a 600.000 millones de dólares y sería el mayor volumen de ‘ángeles caídos’ registrado, y también hundiría el mercado high yield», recalca el inversor.

«En última instancia, llegaremos a un punto de inflexión cuando los inversores se den cuenta de la creciente ola de incumplimientos y rebajas. El momento es difícil de predecir, pero esto me recuerda mucho a la recesión de 2001 y 2002».

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